La clásica. El amante se esconde debajo de la cama, en el ropero o en el baño. Pero esta vez, pasó lo peor: salió corriendo... desnudo.
El protagonista tiene 25 años y vive en Chengdu, en la zona central de China. Estaba revolcándose con su amante cuando la mujer debió gritarle (en chino, claro) la famosa: "¡Ay, viene mi marido, metete en el armario!".
Claro, debió buscar un armario y estaría lleno de ropa. Se metería tras las cortinas pero seguro que los pies quedaban al descubierto. Solución: salir desnudito al balcón, subirse al aparato de aire acondicionado y esperar que sus vecinos (por favor) no lo vieran.
"Mi familia está avergonzada y ninguno de mis vecinos me habla". El muchacho reconoce que estuvo mal pero que temía que el marido de su amante lo matara, así que aguantó "las risas" de quienes lo vieron desnudo.