Por empezar, hay que aclarar de que por más que se inventen estos programas, la idea jamás debe ser la de juzgar a nadie, porque en definitiva la orientación sexual de cada uno es algo privado.
Dos graduados del reconocido Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT por sus siglas en inglés), desarrollaron el Proyecto Gaydar, capaz de escanear el listado de amigos que una persona tiene en Facebook, y determinar, a través de asociaciones, si un hombre es homosexual o no.
Es decir, si un hombre no tiene claramente identificado su orientación sexual en Facebook, pero tiene una gran cantidad de "amigos" gays, entonces será, casi con seguridad, gay. Claro, es discutible por donde se lo mire, porque está lejos de ser algo totalmente preciso. ¿Y es útil, en algún sentido? Tal vez sólo para aquellos que no terminan de definirse.
En realidad, el desarrollo de este programa sólo pretende demostrar que exponer libremente una gran cantidad de información personal conlleva riesgos. Por ejemplo, de que esa información sea utilizada para estudios como éste.
Los dos graduados, llamados Carter Jernigan y Behram Mistree, analizaron las amistades virtuales de unos 1.544 hombres que se habían declarado como heterosexuales, 21 definidos como bisexuales y 33 que en su perfil dicen ser gay. En base a que obviamente los homosexuales suelen tener más amigos gays que los otros, el programa Gaydar infiere la sexualidad de la persona en base a sus amigos.
Así, utilizaron el programa en unos 947 hombres que no habían identificado su sexualidad en sus perfiles, y sabiendo que al menos 10 de ellos eran gay aunque no lo habían declarado. El programa estableció, precisamente, que esos 10 eran homosexuales.
Si bien no es un estudio científico riguroso, ni el programa reveló algo revolucionario, si logró demostrar que los usuarios no tienen el control absoluto de su privacidad, y que es posible, en un estado totalitario, ejecutar programas que vayan más allá, y puedan segmentar a varios de los usuarios de Facebook por, digamos, raza o religión. Una empresa, por su parte, tendría un arma invalorable para segmentar a potenciales clientes.