Y un buen día te dicen adiós, como dice Serrat, pero no son tus hijos. Es él o ella, que acaban de pasar a la penosa galaxia de los ex, donde las almas en pena somos nosotros. Pero todavía queda una cosa por hacer, una revancha, un último desquite: sus cosas.
Las cosas que te dejó, las que piensa venir a buscar, las que todavía no se llevó. ¿Qué hacer con ellas? Ese es un momento de decisión. Uno suele tratar a las cosas del ex, justamente, con la fórmula que le gustaría aplicarle al ex, pero no puede. Es decir, prenderlas fuego, cortarlas en tiritas, etc. Por eso, para no desaprovechar semejante momento de catarsis, aquí van algunas sugerencias creativas para deshacerse de esos bienes despreciados.
Si estamos en condiciones de invertir algún dinero podemos enviarlas por correo a su trabajo. Así le obsequiamos un lindo momento de vergüenza al abrir en la oficina esa cajita monona, de la que saltan como resortes un par de medias viejas y otras porquerías.
Si, por el contrario, necesitamos ganar algún dinero, podemos venderlas. Unos muchachos españoles ya se avivaron de que esta puede ser una gratificante revancha. Y con los billetes obtenidos por la venta de su colección de DVDs podemos seguir comprando revanchas: una borrachera descomunal, un juguete que te hace sentir mejor que sus últimas caricias, una invitación a cenar con alguien que quién sabe cómo pueden terminar las cosas...
A mí en lo personal me gusta ponerme creativa con la ropa que dejaron en mi casa. Por ejemplo, convertí en comodísimos shorts de playa para mí a unos lindos (caros) jeans que mi ex había colado en el placard.
Pero si no te animás a una decisión tan definitiva como destruir sus prendas porque te aseguró que las necesita y va a pasarlas a buscar, podés sencillamente desperdigarlas por ahí. Las repartís en casas de amigos: una remera a lo de Tulu, otra a lo de Coqui, una camisa a lo de Fabi, el pantalón a ... y así. Cosa de que cuando quiera recuperar sus pertenencias, pueda hacerlo, pero tenga que tomarse la molestia. "Preferí no volver a verte" y "no, no quería molestar, no le puedo llenar la casa a Mengano de tus cosas, así que tuve que repartirlas", son dos excusas perfectas para la ocasión.
¿Qué hiciste con las cosas de tu ex? ¿qué harías si tuvieras otra oportunidad para deshacerte de ellas?