Tal vez sea una fantasía, con todas sus ventajas. A lo mejor es como salir de la vida propia para insertarse, por un momento, en otra dimensión. Una que tiene olor a desinfectantes y desodorantes de ambiente y luces rojas y espejos. También cama redonda, a veces. No hablemos de las habitaciones caras, hablemos de las otras. Conocí una que hasta tenía una mini mesa de billar, toda llena de manchas alegóricas en la felpa verde.
La pregunta es: si es el mismo sexo, el que sucede en un telo, o es distinto del que tenemos en cualquier otra parte. Si el telo tiene un no sé qué.
Me quedé pensando en eso porque Damián vino a contarme totalmente emocionado que habían ido a un telo. El y su novia. Ellos tienen cama para compartir, sin embargo, hicieron que una noche fuera especial yendo a un albergue transitorio. ¿Por qué? me pregunto. ¿Son especiales los telos? ¿Son un poco afrodisíacos?
Es el lugar preferido por los amantes y al que prefieren no ir las chicas vírgenes para su primera vez. El hotel alojamiento no es considerado una cosa romántica, convengamos.
A Damián le sugiere algo del orden de lo clandestino que lo calienta, parece. A lo mejor es eso. Pero a pesar de tanto secretismo, sin duda es el lugar ideal para las gritonas, ahí tienen permiso para perforar tímpanos. La cosa se vuelve un poco promiscua en medio del gimoteo casi público. Todos los "pasajeros" escuchan, pero está bien, es un telo. Lo que hacen despacito es hablar. Me acuerdo, en una época fui vecina de uno. He visto cosas desde mi ventana, pero sobre todo las escuché.
Parece que todas las reglas cambian en mundo paralelo del hotel alojamiento. El señor no está con su esposa, está con otra señora. La chica modosita se pone hecha una gata. El televisor se prende en un canal porno. El buen gusto en la decoración nos importa un rabanito. No te preguntás si pasará la noche contigo porque el turno dura dos horas.
¿Te gustan los telos o los detestás? ¿tienen algo especial que erotiza? ¿la gente se comporta de manera diferente?