La principal compañía de diseño de camisetas en EE.UU. utilizó su imagen sin autorización, y el director enfureció. Y no es para menos, su rostro fue utilizado en un fotomontaje que lo hace ver en ropa interior y en una pose sexualmente sugerente, más al borde del ridículo que del erotismo.
El director le interpuso una demanda a la empresa y exigió diez millones de dólares por la utilización de su imagen. Y así fue cuando empezó la polémica. American Apparel, la empresa, cree que la suma que pide el director es muy alta para una campaña que duró una semana y que sólo fue expuesta en Nueva York y Los Ángeles.
Y con tal de no pagar tan alto precio, la empresa parece estar dispuesta a cualquier cosa. Sus abogados anunciaron que están dispuestos a sacar a la luz todos los escabrosos detalles del escándalo que protagonizó el director al ser descubierta su relación sexual con Soon-Yi , que en 1997 se convirtió en su mujer.
"Nuestra campaña no puede haber dañado la reputación de Allen, porque él mismo ya la arruinó en esa época", ha dicho Stuart Slotnick, abogado de American Apparel, preparándose para el juicio que comienza el 18 de mayo próximo y tras el que el director neoyorquino espera recibir los 10 millones de dólares.
"Allen espera que le paguemos esa altísima suma por el uso de su imagen en vallas que se montaron y bajaron en menos de una semana. Nos parece que con ese precio, el director está sobrestimando el valor de su imagen , ha dicho Slotnick a The Daily Telegraph. "Tras los muchos escándalos sexuales con los que se le ha asociado, el utilizar su imagen para promocionar los productos de una compañía no es tan caro como él se imagina".