El príncipe del folclore que supo cantarle al Papa Juan Pablo II y participar del partido de homenaje a Diego Maradona viene de pasar un verano movido alrededor del país: estuvo en Jesús María y Cosquín, en Córdoba; Rivadavia y Villegas, en Mendoza; Santiago del Estero; San Luis; y Baradero. Es que Luciano Pereyra cumple diez años con la música y está de festejos. Este mes llega el gran show en Buenos Aires, con dos funciones en el Luna Park (el 13 y el 21). "Es un concierto con un nerviosismo completamente diferente a los demás", dice. "Porque antes estaba la presión de presentar un disco y hacerlo sonar en vivo, pero ahora festejo diez años: es un repaso de la carrera y estoy ansioso por agasajar a todas las personas que me vienen a acompañar".
¿Cuál es el balance que hacés de estos años?
¡El balance es que estoy más viejo, ja! Son muchos años, muchos días, muchas noches, muchos viajes y mucho trabajo, pero el resultado es sumamente positivo por todas las cosas buenas que viví. Uno trata de crecer, de aprender y en un punto hasta de madurar, y no sólo a nivel profesional sino también personal.
¿Fue difícil de manejar el éxito?
Lo que es difícil de manejar es no perder nunca de vista de donde venís, de donde saliste, recordar tus raíces. Hago un laburo extra en no tratar de perder eso, pero esta profesión y esta carrera tienen algo de esta absurda tentación de que te atienden bien y te invitan, pero después llegás a tu casa y está la realidad.
¿Te mareaste con tantas comodidades en algún momento?
Sí, me llegué a confundir porque nadie esta preparado para eso y no hay una escuela donde te den un curso acelerado y te expliquen como manejarte si sos exitoso. Está muy bueno cuando abrís una revista y estás, y cuando prendés la radio y escuchás tu tema, pero no deja de ser un trabajo
¿Sentís que perdiste muchas cosas de la adolescencia por dedicarte tanto a tu carrera?
Si, se pierden cosas, pero me parece que también se resignan cosas. Siento que me faltaron más travesuras y borracheras, me perdí algunos asados con mis amigos, pero no reniego de eso porque la música es algo que me hace muy feliz. Me llena el alma estar arriba del escenario y poder cantar, aunque a veces cuesta no poder estar en el cumpleaños de mi sobrina. Creo que en cualquier ámbito laboral uno tiene que resignar cosas si realmente tiene ganas de crecer.
¿Cómo es un día normal en tu vida?
Tomo clases de piano, me gusta mirar películas, hago mucho ejercicio y ahora mucho más por la rehabilitación de la rodilla tras la lesión, juego mucho al fútbol, hago mucho deporte al aire libre. Si tengo días libres me voy a Luján, como un asado y juego un partido de fútbol con los amigos. La Play y los campeonatos de truco los dejo para las giras.
¿Seguís estudiando canto?
Sí, porque la voz hay que cuidarla y entrenarla. También voy a foniatría dos o tres veces por semana dos horas, además tenés que estar bien físicamente y aeróbicamente, no es sólo subirse al escenario y cantar.
¿Cuánto hay de lo que te pasa en el ámbito personal en las canciones?
Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia dicen las tiras, pero yo creo que hay un gran porcentaje de lo que me ha pasado, de lo que me pasa y de lo que me puede llegar a pasar. Explicarle a alguien lo que me pasó me cuesta mucho más que sentado en un piano con una canción. Hay historias de gente que me cuenta lo que pasó y uno se queda con esa historia. Igual, siempre al final de la canción hay un toque personal de algo que por ahí te pasó y te toca.
¿Qué te inspira?
Me puede inspirar un lugar lleno de gente o un lugar completamente vacío, depende de cómo lo mire. La soledad me ayuda mucho a componer, a escribir, pero para llegar a componer una canción tengo que vivir ciertas historias, entonces tenés que estar rodeado de muchas otras cosas más para tener información y hacer una letra de eso.
¿Como es el momento antes de salir al escenario?
Antes me ponía nervioso y hasta muy mal, ahora me río de los nervios, pienso
"Qué nabo, ¿por qué me transpiran las manos?"
. Pero está bueno porque ya aprendí a convivir con eso y creo que si el día de mañana me llega a faltar ese miedo escénico antes de salir a cantar es porque algo debe estar fallando.
Si te dicen que pienses en las mejores cosas que te pasaron en estos años, ¿cuáles son las primeras cinco que se te vienen a la cabeza?
Los festivales donde siempre quise estar de chico y al final estuve; giras internacionales, conocer otros países a través de la música; haberle cantado al Papa Juan Pablo II en el año 2000; haber estado en el partido homenaje a Diego Maradona; y el día que recibí el disco por primera vez, tener el disco en mis manos y saber que era el resultado de muchos esfuerzos anteriores.