Técnico nuevo, ¿vida nueva? Eso parece, según se desprende de los primeros pasos que empezó a dar Diego Maradona al frente de la Selección. ¿Su lema? El alfonsinista "Renovación y Cambio". Chau al pasado, hola al presente y fidelidad eterna al futuro. En la cabeza del 10, hay un manual de derechos y obligaciones. Que dice:
1) Amarás a la Selección como a ti mismo. Bilardo, el manager, avisó que "primero está la celeste y blanca y después la familia (sic)". Diego, en aquella conferencia de prensa de presentación, rió nerviosamente ante semejante "atentado" al sentido común. Pero en el fondo está encolumnado en esa línea. Quiere un compromiso total de los jugadores, a quienes en la reciente gira por Europa les marcó este concepto. "Acá no habrá amistosos y partidos oficiales... Es todo lo mismo", sermoneó.
2) Nada de caras largas. Recuperar la buena onda en el vestuario es una de sus premisas. "Basta de ver a Messi haciendo puchero", repite. Y le remarcó al propio jugador, en una charla íntima que tuvieron la semana pasada en un hotel español, que el fútbol no se inventó para sufrir. "Divertite y nos vamos a divertir todos gracias a vos", le espetó.
3) Las puertas están abiertas. A partir de ahora, nadie sale a la cancha por sus antecedentes. Respetar el prestigio de los que juegan afuera, sí, aunque hoy más que nunca hay que mirar lo que pasa en el fútbol doméstico. En otras etapas, sin ir tan lejos en la de Basile, se priorizaba la experiencia de quienes actuaban en las grandes ligas. La mano cambió bruscamente en este sentido: igualdad de condiciones para todos.
4) Lealtad. Diego usó esa palabrita, que tanto molestó a Batista y a Brown, para que el mundo de la pelota entienda cuál es, a su entender, el principal atributo que deben tener quienes lo acompañen en esta etapa. Detrás de ese dicho había un mensaje entre líneas dirigido a los propios jugadores. También a peso pesados como Grondona y el propio Bilardo, con quienes a través del tiempo tuvo mil idas y venidas.
5) Amplitud táctica. Que marca zonal o marca con líbero y stopper; que laterales de recorrido amplio o "muerte" a los laterales; que doble cinco o sólo un cinco tapón; que carrileros o nada de carrileros; que enganche sí, enganche no; que wines sí o wines no; que un nueve de área, con presencia a lo Batistuta, o vía libre para los chiquititos... Maradona, por las dudas, ya avisó que no se casa con ningún sistema. Pueden servir todos o, eventualmente, ninguno.
6) Mi hombre sos vos. "La Selección es Mascherano y 10 más", fue la frase maradoniana que se dijo ya hace lejos. Pregunta: ¿Qué dirán los otros superstars del plantel? ¿Dará un poquito de celos semejante mimo personalizado? Hum... Obvio, al asumir le dio el poder absoluto al Jefecito, quien al principio puso algunos peros porque la cinta estaba en poder del histórico Zanetti. Bastó un mano a mano para que lo convenciera de que la chapa de líder era suya. Y no se habló más.
7) El bendito escenario. Eso de ser local siempre en el Monumental, ya por derecho adquirido, no es algo que Diego vea como verdad única. Le fascina aquella idea de Menotti de "pasear" al seleccionado por las provincias. La Bombonera, se sabe, es su casa y por ahí hay que pasar, piensa. Ahora, acá entra en juego el negocio y el Monumental tiene mayor capacidad que cualquier otro estadio en la Argentina. Veremos, entonces, cómo termina esta puja entre el deseo y los intereses.
8) Compromiso de los clubes. El cuerpo técnico necesita un vía libre para llamar "a quien sea, cuando sea". Dentro de la lógica, por supuesto. De inmediato, por ejemplo, no incluirá a jugadores de Estudiantes (Verón y Angeleri iban a ser los elegidos) por los compromisos que tienen por las semifinales de la Copa Sudamericana ante Argentinos Juniors. Pero Diego hace fuerza para que Grondona use sus jinetas en el Comité Ejecutivo. "Que los presidentes de las entidades se la jueguen, están o no están con la Selección", susurran por los bajo en el predio de Ezeiza.
9) Coronita sólo tengo yo. Nada de divismo ni de cosas por el estilo. Riquelme, especulando con la definición del campeonato, dio a entender que sería mejor que "no lo convocara", teniendo en cuenta la instancia en la que está Boca. Diego ayer fue tajante: "Tengo que hablar con Román, pero a la Selección no se le dice que no. Querés estar o no querés estar. Sabemos que Román acumula muchos partidos, pero igual vamos a hablar". A buen entendedor, pocas palabras.
10) Objetivo Sudáfrica 2010. Nadie, ni el más pesimista, imagina que Argentina se quedará afuera de las Eliminatorias, pese al incómodo presente que le toca vivir. "Gustar, ganar y golear", es el ideal de máxima. Pero en el entorno maradoniano, al menos por estos días, la premisa pasa por otro lado: sumar rápido de a tres para asegurar la clasificación sin angustia. Esto quiere decir que en un corto plazo, la prioridad es "utilitarismo puro" y no comprar el corazón de la gente con la taquillera promesa de "jogo bonito".