En 1966 Dave Holland tenía solo 20 años, pero ya se había convertido en una importante figura del circuito jazzístico londinense. Había estudiado con James E. Merrit, el principal bajista de la Orquesta Filarmónica de Londres. De todas maneras, Holland no estaba del todo conforme, y con el tiempo se inclinó por la corriente más moderna del jazz, influenciado por figuras como Evan Parker y John Taylor, con quienes tocaba asiduamente. En 1968, uno de esos shows fue presenciado por Miles Davis, quien lo invitó a trasladarse a Nueva York para unirse a su banda en una gira. Éste accedió y permaneció en la banda de Davis durante tres años, participando de la grabación de dos clásicos, In a silent Way y Bitches brew.
Ya establecido en Estados Unidos, durante la década del 70 Holland colaboró con otras leyendas del jazz, como Thelonious Monk, Herbie Hancock y Chick Corea. Pero recién comenzaría su carrera solista en 1982, porque como se ocupa de aclarar, "para mí fue una cuestión de aprendizaje, un período en el que pude trabajar y estudiar con grandes artistas, y descubrir qué era lo que yo quería hacer".
¿Cuáles fueron las diferencias que notaste entre el jazz inglés y norteamericano cuando te mudaste a Nueva York?
Bueno, el jazz en Estados Unidos está basado en la cultura afroamericana. Eso tiene una gran influencia acá. Aunque también hay artistas extranjeros trabajando, en Inglaterra la escena está compuesta básicamente de músicos británicos. El acercamiento a la música siempre va a estar influido por la cultura, la manera de pensar y vivir de cada uno, su idiosincrasia. Y en Nueva York sucede eso también. Por otro lado, también podemos ver la influencia que tienen los estilos caribeños en los músicos de jazz norteamericanos, que siempre se alimentan de géneros populares.
Dave Holland llega por cuarta vez al país para presentar Critical Mass, su última producción. Y lo hará con su quinteto, que nació en 1997 y se ha mantenido estable a la largo del tiempo, más allá del cambio de baterista cuatro años atrás. Pero también cuenta con proyectos paralelos, como la Big Band: "cada uno me da la posibilidad de acercarme a la música de diferente manera. Esa es la razón por la cual trabajo con tanta gente".
¿Cómo son los shows del Dave Holland Quintet?
Normalmente en los shows hacemos temas del último disco, y quizás también algunos más viejos, pero siempre tocamos canciones nuevas. La mayoría de los temas que grabamos en el estudio fueron tocados en vivo antes de ser editados. De hecho, algunos temas de Critical Mass ya los veníamos tocando un año y medio atrás. Así que en Buenos Aires también vamos a mostrar algunas composiciones nuevas de la banda.
¿En vivo respetan las versiones originales o dan lugar a la improvisación?
Bueno, en realidad cuando grabamos el disco, ya estamos improvisando. Tenemos estructuras rítmicas y compositivas, y parte de nuestra música es improvisar sobre esas estructuras. Así que cada vez que tocamos una composición, incluso si es la misma, va a ser ejecutada de diferente manera. Así es como la música se desarrolla y evoluciona. Estamos continuamente cambiando las canciones a medida que las tocamos. Cuando grabamos el disco, en vivo en el estudio, esa es solo una versión del tema, la que tocamos ese día. Seis meses después quizás la canción suene diferente.
¿En qué difieren el quinteto y la Big Band?
En términos de sonido, tienen una orquestación totalmente diferente. En la Big Band hay tres trompetas, tres trombones, cuatro saxofones, y la sección rítmica, bajo y batería. Por supuesto, los miembros del quinteto también forman parte de la Big Band, por lo que la música está conectada, pero también hay otra gente involucrada en el proyecto. Y las composiciones están desarrolladas como para una Big Band, más extenso y detallado. Es una chance de usar todos los instrumentos de la orquestación y darle más color.
Critical Mass fue grabado en los estudios Avatar, en Nueva York, y las sesiones duraron apenas tres días. Pero Holland aclara que ese lapso "es normal en el jazz", ya que las bandas entran al estudio con los temas bien en claro y solo es cuestión de "conseguir una buena toma". El disco fue editado a través de Dare2 Records, el sello del propio contrabajista, con el que ya había lanzado Overtime (junto a la Big Band) en 2005.
¿En qué cambia lanzar tus discos por tu propio sello?
Es una gran sensación poder ser independiente y tomar las decisiones que quiera, cuando quiera. Es una gran oportunidad, aparte tenemos un buen arreglo con Universal, los discos se venden en todo el mundo, así que en el aspecto de la distribución no cambió nada.
¿Dare2 Records representa una herramienta para descubrir nuevos artistas?
Realmente no tengo tiempo en este momento, estoy muy involucrado con mi propia carrera. En este momento, convertirme en productor, liderar un sello y brindar buena representación a otros músicos no es una posibilidad. Quizás en algunos años, si las cosas cambian, pero estoy yendo paso a paso, así que voy a ver adonde me lleva.
Dave Holland Quintet se presenta el sábado 19 en el Teatro Coliseo. Banda invitada: Escalandrum. Entradas en venta a través de Ticketek.