Luego de los preservativos y los cepillos de dientes, parecía que no había más desafíos para Kiss en el mundo del merchandising, pero... ahora Kiss lanza una nueva tarjeta Visa con sus rostros. ¿Dónde quedó la leyenda de los pollitos y los vómitos en escena? No sabemos. Lo cierto es que el grupo confirmó que es una gran máquina de facturar y generar negocios. La banda hizo una alianza con el grupo Chase para ofrecer el producto que, además de dejarles cuantiosas ganancias, le da beneficios a sus fanáticos.
En su página oficial el anuncio pregona: "Haceles saber a todos que sos un auténtico fan de Kiss", en alusión a la compra de la tarjeta en cuestión. Y, entre los beneficios: ganar un punto para cada dólar gastado y elegir en qué aprovechar lo ganado. Nada nuevo en el mundo de las tarjetas de crédito, bah. Que el grupo es marketinero es bien sabido, a tal punto que tienen su propia web de merchandising: kissmywarehouse.com.
La reacción de algunos fanáticos no se hizo esperar. A muchos ya no les gusta la apertura al mercado que realiza constantemente la banda y mucho menos la alianza con un símbolo de la globalización y poder como lo es la marca Visa. Por eso, en distintos blogs en Internet los comentarios de fanáticos sobre el tema son de la talla de "estos tipos son unos vendidos, ahora va a salir un programa sobre Gene Simmons y su vida, cómo gasta el dinero, es rídiculo, lo que falta es que salgan los cereales de Kiss, porqué ya existen los condones, cepillos de dientes, la biografía para los más fanáticos y hasta un programa, no es joda, Kiss es una industria...".
"Bueno, ¿y cuando Kiss va a sacar su aerolínea o cuando va a sacar su línea de aparatos de uso de adultos: vibradores Gen Simmos, revista porno Kiss, servicio de acompañantes y masajistas Kiss a nivel internacional?", despacha otro irónicamente. Pero no todas son pálidas: además de las compras que seguramente se deben estar realizando con la tarjeta, muchos aceptan su industria y rematan con la frase: "no importa nada, porque son Kiss". Toda una institución, ¿no?