A sus 21 años, Felipe Fort volvió a captar la atención del público con un posteo en el que dejó al descubierto su impactante transformación física.
El hijo de Ricardo Fort compartió una foto sonriente en la que se lo ve marcado, con un tatuaje en el pecho, y demostró que el gimnasio dejó de ser una simple rutina para convertirse en su verdadero estilo de vida.
Las reacciones no tardaron en llegar. Entre la nostalgia y la euforia, muchos seguidores destacaron la herencia de su padre. “El Comandante estaría orgulloso de ver a Felipe así”, escribió un usuario, haciendo referencia al empresario chocolatero que en vida también trabajó su imagen física con dedicación.
El joven heredero no oculta su pasión por el entrenamiento: desde sus primeras visitas al gimnasio comparte rutinas, consejos de su entrenador y el progreso de su cuerpo. “La constancia es la clave”, escribió un fan, resumiendo la disciplina que Felipe refleja en cada publicación.
El posteo no solo mostró músculo y disciplina, también desató comentarios picantes y cargados de humor. “Dejaría a mi novio por este hombre, por Dios”, lanzó una seguidora, mientras otros destacaron la seguridad y carisma con la que se muestra frente a cámara.
EL LEGADO DE RICARDO FORT Y LA CONSTANCIA DE FELIPE
La comparación con Ricardo fue inevitable: así como el empresario transformó su imagen con los años, Felipe también exhibe una evolución que sus seguidores celebran como parte de la herencia estética Fort.
Más allá del revuelo en Instagram, lo cierto es que para Felipe el gimnasio se convirtió en una pasión innegociable y en un eje central de su día a día. “La facha que te da tener un porcentaje de grasa bajo. Hay que promover el entrenamiento”, comentó un seguidor, sintetizando lo que muchos ven en el joven: constancia, disciplina y un presente en plena transformación.