A través de sus redes sociales, Luciana Salazar sorprendió al contar el motivo por el que rechazó una propuesta laboral muy particular: conducir un programa de política en la televisión abierta.
“Me convocaron para conducir un programa político en un canal de aire. En otro momento habría aceptado esta propuesta con entusiasmo, ya que quienes me conocen saben que la política es mi pasión”, escribió en una historia de Instagram.
Sin embargo, la modelo explicó que su decisión estuvo directamente ligada al proceso judicial que mantiene con Martín Redrado por el incumplimiento de la cuota alimentaria de su hija, Matilda.
“Desde que inicié el proceso judicial he decidido no hablar públicamente sobre temas políticos. Esto no significa que haya dejado de discutirlos en privado con amigos y conocidos vinculados a este ámbito”, señaló.
En ese sentido, Luli detalló: “Mi decisión responde en gran parte a la profunda politización de la justicia en este país. Cualquier paso en falso podría entorpecer la lucha que llevo adelante para recuperar los derechos de mi hija. Como su madre y representante, esta causa no solo la enfrento por ella, sino que la he asumido como una batalla personal contra una justicia exasperantemente lenta y un sistema que, debido a las estrategias dilatorias, se está llevando puesta a una menor de edad”.
EL ENOJO DE LUCIANA SALAZAR
En otro tramo de su descargo, la conductora aseguró que recibió información preocupante: “El temor se intensifica al saber que, según uno de los periodistas más respetados de este país, hay un ministro de este gobierno que está operando a favor de Redrado. Quisiera saber por qué ningún periodista lo nombra. De ser cierto, demostraría ser un mercenario carente de moral y ética”.
Finalmente, expresó toda su indignación: “Siento una inmensa bronca por la injusticia que mi hija y yo venimos soportando desde hace casi cuatro años, en una situación tan inexplicable como violenta”.