A último momento la presencia de en la fiesta de los se puso en duda por un inconveniente de salud. Para asegurarse la concurrencia en el Luna Park de una de las máximas divas de la televisión, Tomás Yankelevich se acercó a la casa de Susana y le pidió que vaya. Y ella fue.
"Estoy afónica... Tomás se apareció en casa como una fiera enjaulada y me convenció. Nos peleamos un poco, pero bueno, qué voy a hacer, acá estamos… Son 23 años de mi vida en Telefe".
"Les pido perdón por no estar perfectamente. Estoy afónica. Yo quería saludarlos a todos, no quería que piensen que soy antipática, pero no tengo voz", le dijo Susana a Marley, haciendo visibles los signos de su malestar físico en su débil oratoria.
Pero la gripe no impidió que esté de pie y radiante, recibiendo la ovación de los famosos y del público presente.
Fiel a su estilo, la conductora describió con gracia la repentina visita vespertina que tuvo del hijo de Gustavo Yankelevich en su casa, tras ser notificado de que no iría a la celebración:"Tomás se apareció en casa como una fiera enjaulada y me convenció. Nos peleamos un poco, pero bueno, qué voy a hacer, acá estamos… Son 23 años de mi vida en Telefe", aseguró, marcando su larga trayectoria en el canal que la consagró.
Parodiando un segmento de su programa, ingresó -caracterizado como - a escena y, entre los dos, mantuvieron una charla que no tuvo desprecio. "En los años que hemos estado juntas, no hemos tenido libreto, y hoy tampoco. ¡Que Dios nos ayude, viejo!", pronunció Susana, abriendo juego al diálogo. ¡Reviví ese momento!