En marzo de 2013 la noticia de que Marcelo Polino (50) quería convertirse en padre a través de la adopción llenó de emoción a todos.
"Entrevistas, psicólogo, vinieron a casa los psicólogos a ver el lugar donde viviría el niño, llevé la declaración jurada para que sepan lo que gano, llevé la escritura de mi casa, me hice los estudios y los análisis para saber si estaba físicamente apto para adoptar... Tengo todo aprobado, no puedo hacer nada más desde mi lugar".
Marcela Tauro, colega y gran amiga del periodista, : “Lo adoro, estoy feliz obviamente. Es mi hermano Poli y estoy fascinada con que haga esto. Me enteré, él me dijo que me tenía que contar algo importante y me imagino que es esto. No me cabe ninguna duda de que va a ser un padre genial. Sé que va a ser un padrazo. Él tiene muchos ahijados y lo veo con mi hijo, que es espectacular”.
Polino, luego de presentar su carpeta con papeles, entrevistarse con psicólogos y demás trámites que obliga la ley, viajó a San Luis y visitó el Registro Unico de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos para entrevistarse con la Dra. Nazarena Chada. En ese momento, la prensa le preguntó por la posibilidad de ser padre de un niño de esa provincia y : "Mi intención es ser padre, como la de todos ustedes. Vamos a ver. A mí me encantan los puntanos, son lo más...".
En julio del año pasado un rumor indicaba que la posibilidad de que Polino se convierta en padre era mucho más certera, pero él, : "Es mentira. No me dieron ni la guarda ni la adopción ni la tenencia provisoria de ningún niño. Además acabo de volver de Londres. Desde que por un compromiso laboral, y aproveché para conocer a la nueva jefa de Minoridad, no volví a tener noticias".
Esta semana, en la revista Paparazzi, el periodista volvió a hablar del tema: "Tengo mi carpeta aprobada y quedé en lista de espera, pero nunca me llamó nadie. Para nada. Ni para una reunión ni para nada. Figuro en un listado nacional, desde Ushuaia a La Quiaca. No tengo la expectativa puesta en el tema porque de lo contrario no haría nada. Tengo mi corazón abierto para cuando eso llegue. Sé que de mi parte he puesto todo, y forzar con la cabeza algo que no depende de mí no creo que sea lo más indicado. Todo lo que depende de mí lo hice. Vinieron a casa los psicólogos a ver el lugar donde viviría el niño, llevé la declaración jurada para que sepan lo que gano, llevé la escritura de mi casa, me hice los estudios y los análisis para saber si estaba físicamente apto para adoptar... Tengo todo aprobado, no puedo hacer nada más desde mi lugar".