En un ataque de nervios, Camila (Julieta Cardinali) le terminó diciéndole toda la verdad a Pedro (Benjamín Vicuña) sobre su falso embarazo.
Es que de a poco, su personaje va aceptando lo que nunca hubiera querido que pase: su matrimonio es un fracaso y Pedro está cada día más lejos, a pesar del esfuerzo que hace para disimularlo.
Al embarazo psicológico le siguió otra fantasía: esquizofrénica, ahora escucha el continuo llanto de un supuesto bebé de la vecina. Durante la cena, sentada en la mesa junto a Pedro, Camila lo increpó. “No me creés que había un bebé llorando al lado, ¿no? Ahí está, ¿lo escuchás? ¡No entiendo de dónde sacó la vecina ese bebé de mierda! Y yo que quiero tener uno no tengo nada”, gritó desesperada desenmascarando la verdad.
Pedro reaccionó de la peor manera, pensando en el engaño que ella había tramado. “Yo me equivoqué, no te mentí”, se defendió Camila por su embarazo psicológico, y cortó el delgado cordón que venía sosteniendo la relación.