En su momento de mayor éxito laboral, con salas de teatro llenas (para su obra, Martín Bossi, el impostor apasionado, se venden de hasta cinco mil entradas anticipadas y renovó contrato hasta julio), Martín Bossi sabe mantener los pies en tierra y no comprar nada de lo que la fama promete, u ostenta.
"En este país no se bancan no saber si sos pu..., heterosexual, cornudo, infiel, soberbio. Hay cosas de mi vida privada que no voy a contar nunca", sostuvo Bossi.
En una entrevista con el diario Perfil, el actor dejó en claro que la sobreexposición no le cambió la vida y que trabaja para “controlar el ego”. “Me río mucho de la parodia del artista, de la gilada de salir con modelos. El ego es maldito y seguramente yo también debo tener un ego asqueroso, pero trato de controlarlo. Te vuelve loco”, sostuvo.
Ese modo de encarar la fama incluye preservar su vida privada. Es que Bossi planea explorar otros rumbos, como el cine, que conllevan menos exposición, y tiene un fundamento. “¿Sabés lo que pasa? Es que en este país no se bancan no saber si sos pu..., heterosexual, cornudo, infiel, soberbio. Hay cosas de mi vida privada que no voy a contar nunca, a los 90 años me van a tener que matar para saber quiénes son mis hijos o si estoy casado. Bánquensela. Puteénme en el escenario, es mi trabajo”, argumentó.
Tras el éxito de la imitación a Cristina Fernández de Kirchner el año pasado, este año Bossi hará dos o tres participaciones en ShowMatch. Sobre Tinelli dijo que “lo considera un amigo, es un buen tipo”, y agregó: “No apruebo todo lo que hace. Yo nunca dependí de él”.