En total, Fort tiene siete autos: cinco en Buenos Aires y los dos que "renovó" ahora en Miami. Pero lejos de estas "naves" que ostenta hoy, Ricardo recuerda cuál fue su primer vehículo: "A los 18 años mi papá me regaló una Chevy coupé usada, que encima compartía con mi hermano mayor".
Además de chocolatero, a Ricardo Fort bien se lo podría denominar fierrero, dada su obsesión por manejar autos lujosos de último modelo. A horas de sacar de la concesionaria sus flamantes y lujosos bólidos, el millonario habló con Ciudad.com desde Miami y contó cuántos y cuáles autos tiene hoy en día, tanto en Estados Unidos como en la Argentina.
Desde Norteamérica y exultante de alegría, Ricardo reveló: "Hice un canje, llevé mis dos Rolls Royce viejos y me llevé un Rolls Royce Phanton edición limitada, que tiene la diosa insignia de cristal iluminada, pintura especial, un trabajo artesanal de la madera; y un Mercedes Benz SL 63 AMG". Como si fuera poco, Fort festejó: "Lo bueno es que no gasté un mango, cambié los que tenía por estos dos. Este es el único país en el que dejás los viejos, te llevás los nuevos y te ponen la patente en el momento y te lo llevás".
Coleccionista de verdaderas naves terrestres, Ricardo explicó cómo nació su pasión: "Cuando era chico dibujaba la parrilla del Rolls Royce porque me la sabía de memoria. Me compraba libros con las fotos y descripciones de los autos. Siempre le decía a mi padre que tuviéramos uno, ya que teníamos la plata. Pero mi papá me decía que no podía entrar a la fábrica en uno de esos autos, no le parecía lógico". Por eso mismo, su primer vehículo fue austero: "A los 18 años mi papá me regaló una Chevy coupé usada, que encima compartía con mi hermano mayor".
"¿Cuántas barritas de cereal tengo que vender para pagar las cuentas? Ja, ja. Creo que con ser dueño de la empresa familiar y las compañías que tengo, el seguro lo puedo pagar...".
Ya con dinero propio obtenido trabajando como portero de un bar en Miami, a los 20 años adquirió un Mazda Miata: "Puse un dinero inicial y el resto lo pagué en cuotas", aclaró Ricardo.
Para movilizarse por Buenos Aires, Fort dispone de cinco autos. Un Rolls Roys, un Mercedes Benz Coupé CLK blanca; otra cuopé Mercedes color rojo; el Mercedes C 200 que usa su pareja, Rodrigo Díaz; y otro Mercedes línea E que "entregan esta semana". Para guardar esas joyitas, Ricardo posee dos cocheras en su hogar y alquila otras dos, por lo que siempre uno de los autos queda estacionado en la casa de su mamá.
Atento a las inspecciones de la AFIP, el chocolatero explicó: "Los tres coches nuevos que compré en la Argentina los pagué con la plata de la venta de los anteriores. Está todo en orden". Y dado que mantener semejantes chiches representa un gran presupuesto, Ricardo Fort bromeó: "¿Cuántas barritas de cereal tengo que vender para pagar las cuentas? Ja, ja. Creo que con ser el dueño de FelFort y las compañías que tengo, el seguro lo puedo pagar... Y las multas que tengo no son mías, fueron cuando manejaban mis hombres de seguridad. Yo soy muy responsable, aprendí a conducir en Estados Unidos, donde son muy estrictos".
¡Así sí que el viajar es un placer!