Las fanáticas suelen hacer todo tipo de locuras con tal de estar cerca de sus ídolos, incluso los sacrificios más arriesgados e insólitos. Uno de los ejemplos más notables lo dio Enrique Iglesias (41), quien en una entrevista con MTV News reveló insólitas anécdotas con sus admiradoras.
"Una fan se coló en mi camarín y se escondió debajo de una mesa con su pequeña hermana, y se quedó allí como unas 12 horas. No se atrevió a salir hasta después de que acabara el espectáculo, cuando yo ya estaba a punto de irme, alrededor de la una de la madrugada. Tenía miedo de meterse en problemas. A mí me pareció una locura... ¡quedarse debajo de una mesa doce horas! Eso es muy intenso", contó el español.
Con mucho más esfuerzo, otra fanática logró nadar 1,5 kilómetros para alcanzar la costa de su casa en Miami. Es más, en su reciente show en la ciudad de Bakú, en Azerbaiyán, el hijo de Julio Iglesias protegió a una joven que burló la seguridad del evento y se lanzó a abrazarlo sobre el escenario. "En realidad tuve la oportunidad de hablar con ella durante el concierto. Estaba hablándome mientras se agarraba a mí. Si no me equivoco, tenía 12 años y había volado desde Irán solo para ver el concierto. Fue muy bonito. Era un encanto. La llevé a un lateral del escenario y pudo ver el resto del concierto desde allí. Pero hubo un momento en el que la rodearon 12 guardias de seguridad y yo tuve que ponerme en plan: 'Muchachos, no. No pasa nada, de verdad. Es una niña. No va a hacerme nada", cerró Enrique Iglesias.