“Nunca he creído que Amy llegaría a vieja. Ella era este tipo de mujeres que explotó como un petardo y dijo: ‘Ok, he terminado, me voy’. Amy no estaba predestinada a cumplir los 30 años (los cumpliría en septiembre próximo)”, dijo sorpresivamente Janis, la mamá de Amy Winehouse al diario The Sun.
Además, agregó: “Cuando murió, la última sensación que tuve fue la de la sorpresa. No estoy segura de si inconscientemente yo ya había previsto lo que le ocurriría, pero puedo asegurar que no me sorprendió lo más mínimo saber que mi hija había muerto de esta forma”.
Sobre la vida que llevaba Winehouse en sus últimos días, su madre agregó: “Estaba muy aburrida con el tipo de vida que llevaba y con la falta de nuevos estímulos, y la verdad es que estoy convencida de que se había cansado de vivir. Creo que el aburrimiento fue lo que acabó con su vida”.
Finalmente, Janis habló sobre las adicciones de su hija: “Había dejado las drogas varios meses antes de morir, pero seguía bebiendo demasiado alcohol y de forma descontrolada”.