Dalma Nerea y Gianinna Dinorah son famosas antes de nacer. Su padre, Diego Armando Maradona, y su madre, Claudia Villafañe, son noticia desde mucho antes de convertirse en padres. Sin embargo, la infancia de las hijas del jugador más popular de la historia del futbol, fue un mix de película de Disney y una de terror. Y en ese punto es donde comenzó -sin querer- la vida mediática de estas dos mujeres, que siguen luchando con los pros y contras de la fama del 10.
Este fin de semana, terminó la obra La Hija de D10S, protagonizada por Dalma, una suerte de monólogo tragicómico de la vida de las herederas más famosas de la Tierra. A pesar de ellas mismas, Maradona sigue siendo uno de los personajes más famosos de todo el mundo. También es cierto que el ex jugador colabora mucho para que su vida personal y profesional sean noticia permanente.
En los últimos meses, Diego es tema por sus desventuras amorosas con Verónica Ojeda y Rocío Oliva. Ambas, al separarse, rompieron ese silencio prusiano que mantuvieron mientras vivían bajo el ala del ex DT de la Selección. La coyuntura amorosa de este hombre es difícil de precisar, porque cambia segundo a segundo. Hoy, se lo ve acompañado de Ojeda y su hijo Diego Fernando, con quienes convive en Ezeiza y planea viajar a Dubai. Por otra parte, su ahora ex Rocío decidió alejarse de los medios (tras sus desafortunadas historias en el Mundial) y refugiarse en la terapia, el deporte y el bajo perfil. Ni siquiera se ocupó de cobrar su sueldo por su labor en El Diario de Mariana. Veremos cuánto dura todo esto...
Ahora, más allá de estas mujeres, hay dos que lo acompañarán mientras viva, y son sus hijas. Después de entrevistarlas en decenas de oportunidades, recién el domingo pude comprender un poco las complicaciones por las que atravesaron estas dos chicas. Realmente, la forma que eligió Dalma para relatar la historia familiar es impecable. Con mucho humor y algunos momentos dramáticos, la actriz describe con certeza lo que fue crecer con un padre poderoso y extremadamente popular. Ese hombre con el que, por ejemplo, jamás pudieron cenar tranquilos en un restó por el acoso del público, el mismo que a los 12 años le regaló un New Beatle que obviamente no pudo conducir, y también el que le quizo comprar el lugar donde estudiaba actuación, para que no sufra las exigencias del establecimiento público (IUNA). Estas historias bizarras se intercalan con las internaciones que tuvieron varias veces al borde de la muerte al Diez, y en vilo a todos sus parientes. También destaca la labor como madre de Claudia, que a pesar de las contingencias, intentó criarlas en la normalidad.
Pero más allá de lo muy recomendable que esta pieza de teatro documental es (protagonizada por Dalma y Mariano Bicain, dirigida por Erika Halvorsen) las “hijas de D10S” tendrán que convivir con muchos demonios, y no debe ser sencillo. Aunque esta obra, es una muy inteligente forma de exorcizarlos.