La noticia fue confirmada. Samsung inició la producción en serie de chips diseñados para la minería de criptomonedas, mejor conocidos como circuitos integrados para aplicaciones específicas (ASIC).
Esto se reveló el día de ayer, cuando se conocieron los ingresos del cuarto trimestre de esa enorme y popular corporación coreana, que además llegaron a los 61 mil millones de dólares, traducidos en una subida del 24% por año.
Representantes de la compañía confían en que para este primer trimestre aumentarán sus ganancias, luego de acelerar los productos en proceso de 10nn de segunda generación -para los smartphones que avalan en el 2018- y la demanda de chips de minería de criptomonedas.
Los rumores sobre el gran salto de Samsung al mercado de cripto-minería comenzaron esta misma semana, cuando el noticiero coreano The Bell destacó en una de sus emisiones que la empresa produciría ASIC en su propia fundición, bajo acuerdo con el fabricante de chips taiwanés, TSMC.
Días más tarde, un vocero oficial de Samsung notificó que se mantendrían abocados a la fabricación de chips de minería de criptomonedas, aunque no quiso ahondar en detalles, según el portal TechCrunch.
Pero, ¿Qué significa la incursión de ese grupo empresarial en el campo de la criptoexcavación? Para algunos expertos, supondrá una gran competencia para la compañía china Bitmain, actual líder en el mundo, que recientemente afirmó suministrar el 70% de los ASIC bitcoin.
“Bitmain controla alrededor del 30% de toda la potencia de procesamiento de la red bitcoin global, a través de dos grupos de minería que opera. También tiene contrato con TSMC para producir silicio personalizado. En el 2017, el fabricante de chips de Taiwán recibió de $ 350 a $ 400 millones en ingresos de cripto mineros”, señaló TechCrunch.
La ventaja de Samsung sobre Bitmain es que está a cargo de una de las plantas de semiconductores más grandes del mundo, capaz de hacer coincidir pedidos de cualquier tamaño. Anteriormente, Bitmain colocaba sus modelos a la venta en lotes intermitentes, para evitar que los proveedores hicieran grandes pedidos.