Nadie puede negar que Madonna siempre tuvo claro su norte. Su meta era triunfar y más allá de ser famosa, la rubia estadounidense quería ser una referencia.
Madonna canta, baila y actúa. Es empresaria, se aventuró en el diseño de modas y además colabora con organizaciones benéficas.
Sumado a todas estas facetas, siempre es noticia, a propósito de los escándalos que protagoniza y es que pareciera que nació para estar en la palestra pública.
Su apariencia en los escenarios y videos con cargas sexuales causan constantemente polémicas, así como los besos que se dio con sus colegas Britney Spears y Christina Aguilera durante la entrega de los premios MTV 2003.
Asimismo, Madonna estuvo en el epicentro de las críticas cuando en 1992 realizó un catálogo de fantasías sexuales, titulado Sex; mientras que en la ciudad australiana de Brisbane, la reina del pop le bajó el top a una chica de 17 años que invitó a subir al escenario y a quien le hizo sugerencias sexuales subidas de tono.
El enfrentamiento de la cantante con la iglesia católica también crea visiones encontradas, al igual que el uso de imágenes muy crudas de la guerra de Iraq en 2003, en su videoclip American Life.
El escándalo más reciente de la cantante salió a la luz pública hace unos días atrás, luego de llegar a un acuerdo con el ayuntamiento de Lisboa (Portugal), donde ahora reside, para aparcar en un terreno municipal sus 15 vehículos de lujo.
Los vecinos se quejaron porque a la reina del pop le están cobrando una tarifa preferencial en una ciudad donde estacionarse en un dolor de cabeza. Denuncian que el Gobierno tuvo preferencia por la cantante al tomar esa decisión, a propósito de que muchos residentes llevan años tratando de conseguir un puesto de estacionamiento.
Sin duda, Madonna tiene claro cómo cultivar su imagen para mantener la hegemonía en la industria discográfica y ser siempre una referencia. A sus 59 años de edad, la estadounidense sigue generando controversias, pero también recibe muchos elogios, sobre todo por sus acciones benéficas.