En comparación con otras deficiencias de nutrientes, como bajo contenido de magnesio, vitamina D o vitamina B12, ¿es común la deficiencia de vitamina K y es algo de lo que debe preocuparse?
En la mayoría de los adultos sanos, la deficiencia de vitamina K se considera algo rara. Si bien no se sabe que es una de las deficiencias más comunes, cuando alguien tiene ésta afectación puede ser muy grave.
Por ejemplo, algunas investigaciones han demostrado que la deficiencia de vitamina K en adultos puede aumentar su riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca o tener un derrame cerebral.
¿Cuáles son algunos de los síntomas del bajo nivel de vitamina K? Algunas personas pueden no tener muchos síntomas notables en absoluto.
Cuando ocurren, los síntomas de la deficiencia de vitamina K pueden incluir un aumento en el sangrado, hematomas fácilmente, períodos muy intensos y síntomas de enfermedad inflamatoria del intestino, como heces con sangre, indigestión y diarrea.
¿Quién está en riesgo de una deficiencia de vitamina K? Es más probable que experimente deficiencia de vitamina K si está enfermo o tiene un problema de salud crónico que afecta la absorción de nutrientes.
Otras causas pueden incluir: comer una dieta deficiente, tener una enfermedad hepática o tomar antibióticos a largo plazo, medicamentos para reducir el colesterol o anticoagulantes (como warfarina).
Si va a tomar vitamina K en forma de suplemento, se recomienda que consuma una forma fermentada y que contenga entre 40 y 70 mcg de vitamina K por día. Suplementar con vitamina K puede ser útil en algunos casos, pero el objetivo debe ser obtener suficiente de su dieta.
Las encuestas han encontrado que la mayoría de los adultos puede obtener suficiente de una dieta sana y variada. En adultos de 20 años o más, la ingesta diaria media de vitamina K de los alimentos es de 122 mcg para las mujeres y 138 mcg para los hombres (esto aumenta a 164 mcg para las mujeres y 182 mcg para los hombres cuando se combinan la ingesta de alimentos y suplementos).
No se recomienda tomar altas dosis de vitamina K por varias razones. La primera es porque no parece tener los mismos beneficios que la vitamina K real de los alimentos; mientras que en segundo lugar, las altas dosis pueden interferir con la absorción de otros nutrientes.
La vitamina K funciona con los otros nutrientes que son importantes para la salud de los huesos, como el calcio, la vitamina D y el magnesio. Estos nutrientes aseguran que sus huesos se mantengan fuertes.
Si consume demasiada vitamina K, las vitaminas A y E pueden competir por la absorción. Pero esto solo es así si está tomando altas dosis de vitamina K suplementaria, no si está obteniendo su vitamina K de los alimentos.