La edición número 23 de los Juegos Olímpicos de Invierno se está realizando actualmente en la ciudad de Pyeongchang en Corea del Sur, donde más de 2.900 atletas, de 92 países distintos, se están dando cita con la intención de colgarse alguna de las codiciadas medallas que se entregarán en las 15 disciplinas deportivas de la competición.
La gran novedad este año es la aparición de cuatro nuevos deportes en el listado oficial de los juegos, en el que también se disputan algunas de las disciplinas más curiosas del mundo y que a continuación vamos a repasar.
Una de las que más miradas se roba en cada una de las ediciones de los Juegos Olímpicos de Inverno por su peculiaridad es el curling. La disciplina tiene mucha similitud con conocidas bochas; pero la gran diferencia es que se practica en el hielo.
Un jugador es el encargado de lanzar la piedra, mientras que otros miembros de su equipo barren la pista con la idea de ubicarla lo más cerca de la zona de puntuación. Tras los lanzamientos de los equipos, se realiza el conteo de puntos y se define al ganador.
El bobsleigh, luge y el skeleton son otras de las disciplinas poco conocidas; sin embargo, sus respectivas dinámicas generan una gran atención y adrenalina entre los espectadores. La velocidad es la gran protagonista de todos estos deportes olímpicos que los atletas practican acompañados de un trineo.
En el bobsleigh, el competidor o competidores deben empujar un trineo de dimensiones considerables para iniciar un descenso vertiginoso que deben culminar en el menor tiempo posible. Las velocidades que pueden alcanzar son cercanas a los 160 kilómetros por hora.
El luge y el skeleton tiene tienen características similares al practicarse con un pequeño trineo y con el mismo objetivo de cumplir el recorrido en el meno tiempo. Sin embargo, la gran diferencia es que en el luge el atleta va acostado, mientras que en el skeleton va boca abajo.