Instalada en Zürich, Suiza, Gabriela Sabatini suele viajar seguido a Miami y Buenos Aires. Pero donde sea que vaya, el reconocimiento la sigue.
Gaby está feliz y se nota: a punto de cumplir 50 años, se la ve espléndida, como en su mejor momento deportivo. Quizás porque ahora se siente dueña de sus decisiones y de su tiempo, lejos de las obligaciones y de la presión del tenis profesional que la llevaron a consagrarse como una de las mejores tenistas del mundo.
Sigue entrenándose y haciendo vida saludable, sí: pero a su ritmo.
"Quería ser una persona más normal, era muy fuerte el deseo en mí de ser una persona normal, de descubrir la vida y todo lo que tuviera para ofrecerme", dijo Sabatini a revista Viva en referencia a su retiro a los 26 años del tenis, deporte al que hoy vuelve solo por placer.
Asegura que es en Suiza donde se siente "más contenida": "Tengo amigos, los conozco desde los 15 años. Son suizos, pero tienen orígenes españoles e italianos". Por otro lado, Gaby destaca la tranquilidad del lugar, una paz que dijo que necesita para "sentirse libre".
"Era muy fuerte el deseo en mí de ser una persona normal, de descubrir la vida y todo lo que tuviera para ofrecerme".
Además, Sabatini encontró en este país un paraíso ideal para el deporte, especialmente para practicar ciclismo en la ruta. "En Suiza tenés a diez metros veinte montañas, entonces es muy fácil entrenar y ponerse bien en forma. Hace unos años hice el Tour de France de aficionados. Fue agotador pero buenísimo, porque podés ver de cerca a los profesionales", contó.
¿Y si se aburre en Suiza? Muy fácil: se toma un avión. "Creo que es lo opuesto a nuestro país y está bueno el contraste. Cuando quiero un poco de ruido me voy a Italia o a la Argentina, donde trato de ir bastante. Y a Miami también voy seguido porque tengo un departamento allá. Todos esos lugares son, para mí, mis casas", señaló.
Así es como sus días se reparten entre los viajes y su marca de perfume, un emprendimiento al que le dedica energía y tiempo. ¿Y el tenis? Hoy dice que no es prioridad en su vida, aunque asegura que siempre le va a estar agradecida.
"No estoy muy involucrada en el tenis, pero ayudo un poco a la Federación Argentina. No estoy trabajando en nada concreto. Y aunque viajé mucho con él, ahora viajo mucho también, me gusta descubrir lo que no pude ver cuando era jugadora”.
Roger Federer
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