Mirá un bloque Yoruba
Tambores, timbales, bombos y redoblantes apilados y desparramados por todo el suelo, dibujados en las paredes, sonando en un aula de la escuela. La manía chilinga por la percusión se percibe en cada centímetro de la sede de Martín Coronado. Sentado en el suelo de la terraza, minutos antes del último ensayo pre ND Ateneo, Daniel Buira cuenta que "Muñequitos de tambores"- el nuevo disco que será presentado mañana a las 21 y que recién estará terminado para marzo- es distinto a los dos anteriores: "Viejos Dioses" y "Percusión".
Explica: "Va a estar dedicado a todos los países afrolatinoamericanos, con ritmos de Colombia, de Perú, Uruguay, Brasil y Argentina, de todos los lugares a los que llegaron barcos con esclavos que trajeron un ritmo diferente", comenta el ex Piojo, que fundó la escuela en 1995, cinco años antes de abandonar la banda de Palomar por motivos que nunca fueron claros, al menos, públicamente.
Once años después de que Daniel le diera nombre y forma a esos encuentros espontáneos que tenía con un grupo de amigos, la escuela se expandió hasta abrir ocho sedes y ya nadie sabe cuántos alumnos hay. En sus discos participaron Jaime Roos, Ariel Prat, El Chango Farías Gómez. Por su parte, los chilingos colaboraron con Diego Torres, Los Cafres, Peteco Carabajal, Pedro Aznar y La Chicana. Además compartieron escenario con La Renga y Fito Páez y le pusieron ritmo a programas de TV como "El Aguante", "Fútbol de Primera". También armaron la banda de sonido de la película de HIJOS, con quien llevan más de una década de relación.
"Ellos como agrupación tuvieron un comienzo a la par nuestra. Quizás esa fuerza que teníamos al comienzo nos dio la unión para que nosotros podamos darles a ellos la posibilidad de llevar los tambores a sus marchas y a un par de escraches. La relación continúa hoy en día, hace una semana hicimos una fiesta juntos para recaudar fondos. Hay una cosa que tiene que ver con la realidad, estamos totalmente de acuerdo con su forma de pensar y estamos con ellos", aclara el percusionista que, como buen profesor, no tiene inconvenientes en retrasar unos minutos el ensayo, ni dejar esperando a una persona que lo busca en la puerta, para explicar los distintos ritmos que se pueden lograr con un tambor (ver video).