Con motivo de promocionar la película Palau, en la que interpreta la vida del reconocido pastor Luis Palau, Gastón Pauls (47) dio una sincera y profunda entrevista a Confrontados, programa de elnueve, en el que habló de trabajo, pero también de su cambio de vida, más conectado con lo espiritual y cercano a la palabra de Dios.
"Leí una nota en la que hablan de esta película y de un volver a empezar de tu parte desde un compromiso religioso, desde una transformación interna que has tenido. ¿Esto es así?", le preguntó Rodrigo Lussich.
"Todos los seres humanos cuando llegan a ese nivel crítico levantan la cabeza y piden ayuda a algo más, llamaló Jesús o Jehová, y me pasó. A mí esa ayuda me llegó".
Cuidando cada una de sus palabras, el actor asintió y ahondó en su transformación interna: "Más que religioso, que es una palabra que a lo largo de la historia de la humanidad ha generado matanzas, broncas y familias separadas, hablo de lo espiritual, de una necesidad de encontrar algo que esté por encima nuestro. El ser humano es bastante demagógico, soberbio y egocéntrico, cree que está por encima de todas las razas y de todo el resto de los seres vivos del planeta y somos los que peor le hacemos a esta Tierra... Y segundo, creemos ser los generadores de todo lo que hay en esta Tierra", comenzó diciendo Gastón, sobre su cambio de vida, ligado a una fuerza superior.
"Antes la palabra Dios podía genera algún chiste o me reía. Hoy dejé de tener esa soberbia. Muchas respuestas las voy encontrando con mi relación con algo superior".
"A todos nos ha pasado, no solamente a mí, a cualquiera de los que estén viendo esto, que en algún momento de su vida tuvo un momento crítico de absoluta soledad, de dolor, de desesperanza y de perdición, en el que uno no encuentra una salida. Y todos los seres humanos cuando llegan a ese nivel crítico levantan la cabeza y piden ayuda a algo más, llamaló Jesús o Jehová, y me pasó. Y me parece que ahí radica la fortaleza que podemos tener. Cuando aceptamos lo perdidos que estamos, cuando levantás la cabeza y pedís ayuda. Esa ayuda, en mi caso, vino. Y yo la necesito diariamente. Para mí es un nuevo comienzo".
Atento a su relato, Pauls concluyó: "Yo era una persona que no creía en Dios y en el momento más desesperado aparece la palabra Dios. Antes no, antes la palabra Dios podía genera algún chiste o me reía de aquellos que tenían fe y creían en eso... Hoy dejé de tener esa soberbia, de que tenía la respuesta para todo. Muchas respuestas las voy encontrando con mi relación con algo superior".