Una vez más, los invitados de PH, Podemos Hablar compartieron su intimidad en el piso y contaron aquellas anécdotas que lograron marcar a fuego en su corazón. Y en el caso del Turco Naim, el humorista no pudo evitar quebrar en llanto al recordar su infancia.
“Cuando era chico sentí mucho desarraigo. Yo soy de un pueblo muy chico de La Pampa que se llama Luan Toro y que tiene 600 habitantes hoy. De ahí son mis cuatro abuelos, mis papás y yo también nací ahí. Y fue una decisión de mis viejos, sobre todo de mi mamá que estaba cansada de ese mundo que es criarse en un lugar de 600 personas y que tiene una presión muy fuerte, la de venirse a vivir a Banfield”, comenzó diciendo el invitado.
“Entonces me crié sin primos, sin familia porque quedaron todos allá. Y cuando volvíamos asiduamente al pueblo, yo sentía que vivía ahí y no me quería ir. En ese lugar no había luz”, agregó, haciendo una pausa tras sentirse invadido por la emoción.
"Cuando era chico sentí mucho desarraigo. Yo soy de un pueblo muy chico de La Pampa que se llama Luan Toro y que tiene 600 habitantes hoy. De ahí son mis cuatro abuelos, mis papás y yo también nací ahí".
“Y había como una usina y ahí había 3 horas de luz a la noche. Tengo ese recuerdo. Nosotros prendíamos la vela para leer a la noche, porque también vengo de esa época en la que no había ni teléfono”, continuó la pareja de Emilia Attias, con quien tiene a su hija Gina, con lágrimas en los ojos.
"Fue una decisión de mis viejos, sobre todo de mi mamá que estaba cansada de ese mundo que es criarse en un lugar de 600 personas y que tiene una presión muy fuerte, la de venirse a vivir a Banfield".
Y cerró, a fiel de piel: “Me encantaba estar ahí porque estaba con mis primos y jugábamos a los naipes y yo no me quería volver a la Capital”.