Inesperadamente, cuando la semana pasada Miriam Lanzoni desembarcó en Los Ángeles de la Mañana como panelista invitada, denunció públicamente que Georgina Barbarossa le había vendido una casa con importantes problemas edilicios. "La casa estaba amoblada con muebles que tapaban la humedad y tapaban los caños rotos. Yo soy re confiada y no soy arquitecta. Pero cuando me iba a mudar, ese día se larga a llover y se me cayó el piso de la cocina porque estaba pegadito con Fastix", reveló la exmujer de Alejandro Fantino, dejando entrever su malestar. Tanto, que días después mostró fotos de los arreglos que estaba haciendo en su nuevo hogar. Y contó que Georgina la bloqueó del WhatsApp cuando intentó pedirle explicaciones.
"Miriam fue a ver la casa con un arquitecto, con un asistente, con su papá, que es maestro mayor de obras. Yo no le puse una 45 en la cabeza".
Molesta por la acusación de "estafa", el notero de LAM habló con Barbarossa sobre los dichos de Lanzoni y se mostró enojada.
"Angelito, vos conocés mi casa, me conocés a mí y sabés cómo vivo. No tengo nada que decir. Yo hasta el 18 de diciembre viví ahí, feliz, con mi madre... No sé qué le pasa (a Miriam), pregúntenle a ella que le encanta hablar. Yo no hablo", dijo la actriz, enojada.
Luego, el cronista le preguntó si era verdad que bloqueó a Miriam en WhatsApp: "Si la buscamos en tu celular, ¿está bloqueada?", le consultó. Y Georgina asintió, sin dudarlo: "Totalmente... La bloqueé porque es muy intensa".
Sin ánimo de ahondar en el tema, Barbarossa concluyó: "Si le da felicidad, si le da rating, está bien, que vaya, hable y diga lo que quiera. Ella fue a ver la casa con un arquitecto, con un asistente, con su papá, que es maestro mayor de obras. Yo no le puse una 45 en la cabeza... Tengo la conciencia tranquila".