"Bienvenidos, esta es mi segunda casa. Me ocupé bastante de la escenografía y algunos detalles. Es mi casa, entonces quiero estar también pendiente. Igual la verdad es que la gente de escenografía hizo un trabajo impecable y pusieron cosas maravillosas. De todos modos, también está mi toque personal. Paso muchas horas del día acá y me gusta que la gente que venga se sienta cómoda", comienza diciendo Florencia de la Ve (44), relajadamente sentada en el bello sillón de Flor de Tarde.
La conductora está al frente del ciclo de Ciudad Magazine TV desde abril del 2018 y allí muestra su impronta.
-¿Cómo analizás Flor de Tarde?
-El programa ya cumplió un año y es hermoso. Es un programa muy especial. Hoy por ejemplo, estuvieron Inés Estevez y Silvia Kutika que son dos mujeres que adoro y que me encanta cómo piensan. Lo que tiene el programa es que a veces es todo sobre el Bailando, otras es actualidad pura o también temas más frívolos o temas más serios, economía, política o cosas que nos suceden a todas las mujeres y a las personas en general.
-¿Estás en todos los detalles, por ejemplo, en la elección de los invitados o los temas a tratar?
-Soy una mujer que trabaja muchísimo, trabajo mucho con la producción. Por ejemplo después del programa charlamos de cómo viene la semana, qué es lo que queremos, qué invitados vamos a traer, para dónde vamos a ir, planear la semana que va a venir e ir siempre logrando los objetivos. Me parece que es la única manera de construir una forma sólida de hacer un programa diario.
-Además de Flor de Tarde, ahora estás en el Súper Bailando y también te ocupás a full de tus hijos (Isabella y Paul, mellizos de 7 años, junto a su marido Pablo Goycochea) y tu familia. ¿Cómo te organizás?
-Estoy en plenas vacaciones de invierno y hoy, por ejemplo, los traje de visita. Les dije "vamos al trabajo con mamá". Tengo esa posibilidad y me gusta hacerlo. ¿Cómo hago con todo? Me divido. Tengo una vida muy organizada, me levanto muy temprano, hacemos el desayuno, los mando al colegio y después empiezo con todas mis actividades. Ahora que estoy en el Bailando, a veces también aprovecho para ensayar a la mañana o también a la tarde después del programa. Me parece que la vida es orden. Y también tengo bien ordenadas las actividades de los chicos: Isabella va a danza, también van a karate, Paul a música... Intento organizar siempre mis actividades, pero también teniendo en cuenta las de los chicos. Cada uno de ellos tiene su día que lo comparte conmigo y es mi momento donde charlamos, me cuentan cómo va su semana. A pesar de que soy una mamá que trabaja, esos días son muy valiosos y quiero aprovechar la posibilidad que tengo de tener esos momentos.
-¿Cómo te cuidás, entrenás mucho?
-Mucho. Ahora estoy con el tema de la danza solamente. Hice muchísimo spinning antes. El tema es que había bajado mucho de peso y tuve que incorporar más proteínas a mi alimentación porque tengo tendencia a bajar de peso cuando hago mucha actividad. Me cuido mucho con la comida, pero en el sentido de que comemos muy sano. Yo me ocupo de la comida en mi casa y tratamos siempre de comer cosas distintas, tenemos un menú distinto todos los días y para mí es muy importante que la comida sea nutritiva y sana. Por ejemplo, nunca compramos delivery. Quizás sí comen papas fritas, pero siempre trato que en nuestra casa la bajada de línea sea comida sana y natural.
-En el programa se te ve siempre impecable con tus looks y estilos, ¿tenés asesores o estilistas?
-Me armo mis looks. No tengo asesores ni estilismo. Toda la vida me manejé sola con respecto a eso. Obviamente tuve aciertos y desaciertos.
-Fuiste entontrando tu estilo...
-Exacto. En realidad lo voy encontrando, todavía sigo trabajándolo. Un programa diario también implica eso. Es dificilísimo. Mucha gente me pregunta cómo hago para organizarme, pero como te dije: es orden. También me gusta ir a cada marca a probarme cada conjunto.
-¿Cuál es el secreto para estar en todo?
-Orden, orden... Ah y transporte público. ¡La línea D es maravillosa!
-¿Y la gente qué te dice cuando te cruza en el subte?
-En general están en su mundo. A veces me piden alguna foto pero ellos también yendo o volviendo de sus trabajos, así que van en la suya. Me pasa que nosotros trabajamos en pleno centro y a veces hasta Belgrano, donde vivo yo, en auto puedo llegar a tardar una hora y media o dos. En cambio en subte, en veinte minutos llego. Y quizás puedo tomar la merienda con mis hijos y eso me encanta.