El fin de semana la Catedral Metropolitana de Buenos Aires se llenó de famosos para asistir al Bautismo de Dionisio (3 meses y medio), el bebé de Flavio Mendoza (43). Semejante escenario no fue elegido al azar o por capricho por el productor teatral, sino que la decisión de que el primer sacramento de su bebé sea allí escondió un profundo significado.
Emocionado, Flavio confesó en Los Especialistas del Show: “Hace varios años estaba repartiendo volantes en frente a la iglesia en la que bauticé a mi hijo, y hoy pude darle una mega fiesta. Yo quería que sea ahí porque estuve dos años de mi vida parado en esa esquina repartiendo volantes porque tenía que llevar plata a mi casa. Es como que dije que tenía que ser ahí. La verdad es que fueron súper amables para que lo bautizaran ahí. Me parece que es eso, volver a la raíz porque no me quiero despegar de lo que fui, lo que me costó llegar, lo que me costó lograr cosas. Mi hijo me costó un montón, porque la gente lo banaliza y dice que compramos los hijos en Estados Unidos, pero no tienen ni idea lo que es querer el amor de un hijo, querer ser padre y querer darle ese amor que uno tiene”.
"Yo quería que el bautismo de Dionisio sea en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires porque estuve dos años de mi vida parado en esa esquina repartiendo volantes porque tenía que llevar plata a mi casa. Es como que dije que tenía que ser ahí. La verdad es que fueron súper amables para que lo bautizaran ahí. Me parece que es eso, volver a la raíz porque no me quiero despegar de lo que fui, lo que me costó llegar, lo que me costó lograr cosas".
Por otra parte, el panelista explicó sus lágrimas: “Nunca en mi vida pensé en que iba a poder sentir lo que siento. Cuando gané el primer premio como coreógrafo dije ‘wow, esto es lo más’. Después, vinieron los espectáculos, los éxitos grandes. Cuando me dijeron que batí el récord en espectadores dije ‘ya está, no hay mejor cosa que esto’, y no. Que me sonría mi bebé de mañana me mata, me emociona. Es terrible. Fue muy emocionante”.
Ante un llanto incontenible, Flavio recordó a los afectos ausentes físicamente en la ceremonia: “No podían faltar los sentimentos por las pérdidas de seres queridos. Mi vieja, mi viejo, mi abuela y muchos dirán que soy tonto, pero hasta mi perro… Hicieron videos en los que pasaron imágenes de mi vieja, mi viejo, mi abuela, mi perro. Gente que ya no está, que son seres que siento que me completaban. No sé por qué, no sé cómo explicarlo, pero es un sentimiento que al no tenerlos, siento que hay algo que siempre está ahí, doliendo. No se cura. Pensé que iba a pasar, pero no pasa...”.
"No podían faltar los sentimentos por las pérdidas de seres queridos. Mi vieja, mi viejo, mi abuela y muchos dirán que soy tonto, pero hasta mi perro…".
Así, Flavio Mendoza concluyó: “Es re feo, pero a la vez lindo. Lloro también de emoción porque soy un afortunado porque la vida me sacó mucho, pero también me dio mucho. Como ser gay y pensar que nunca iba a poder tener a mi hijo, y hoy lo tengo. Tengo el amor de una familia y amigos maravillosos. Más que nada son lágrimas de emoción. Soy un tipo positivo y estoy feliz con todo lo que me está pasando”.