Enmarcado en un increíble decorado de una lujosa casa de la década del treinta, y enfundado en un elegante traje, con sombrero y bastón, Benjamín Vicuña (40) recibe a Ciudad.
Lo acompañan en este ambicioso proyecto Gonzalo Heredia, Eugenia Suárez, Albert Baró, Delfina Chaves, Fernán Mirás con Andrea Frigerio y Virginia Innocenti. Argentina, tierra de amor y venganza desembarca esta noche por al pantalla de eltrece y narra la historia de dos soldados españoles que se ven envueltos en el horror de la Guerra Civil de su país; el destino -o el azar- les permitirá salir con vida de ese infierno. Sin embargo, la amistad que supieron forjar en esos tiempos de adversidad se verá corrompida por la traición. Ante una nación devastada por el conflicto bélico, la Argentina se vislumbrará como el horizonte ideal para resurgir.
El notable elenco se completa con Mercedes Funes, Julia Calvo, Candela Vetrano, Malena Sánchez, Ruggero Pasquarelli, Diego Domínguez, Matías Mayer, Federico Salles, Gastón Cocchiarale, Minerva Casero, Tomás Kirzner, Fausto Bengoechea, Franco Quercia, Ariel Pérez de María y Joaquín Flammini.
Visiblemente entusiasmado con la ficción que verá la luz esta noche a las 22 horas por eltrece, con producción de Polka, Vicuña adelanta en su mano a mano con este sitio: "Torcuato, mi personaje, es un tipo encantador, seductor... pero la ambición lo puede y es un gran traidor. Para mí, como actor, es exquisito transitar por estos registros".
-Te vemos muy bien lookeado, con una escenografía muy bien lograda, ¿habías hecho algún personaje de época anteriormente?
-Me tocó hacer otros, pero no de los años treinta y con este estilo tan lindo, glamoroso. Es un placer toda la estética de estos años en Argentina, es maravilloso y estoy seguro de que el público también lo va a agradecer. Es un viaje en el tiempo. Cada personaje toca temas relevantes para la fundación de esta sociedad, aunque no es un documental. Se habla de los inmigrantes, de las chicas polacas que eran sometidas y las secuestraban para una red de trata, también se habla mucho del empoderamiento femenino. Es importante para ver cómo nos conformamos como sociedad y poder hacer una reflexión de cómo está hoy la Argentina porque quizás sigamos teniendo muchos de los mismos problemas que teníamos en aquel momento.
-¿Qué te cautivó de este proyecto?
-Es una historia romántica y creo que además de los grandes actores, la escenografía, lo que importa es la historia. El foco es el amor y a la gente creo que es lo que más le gusta, cómo los personajes se movilizan por amor. La última vez que estuve en PolKa fue en Farsantes y había sido una muy linda experiencia. Recibí esta invitación de Adrián y fue irresistible: una historia increíble, la época que siempre a todos nos gusta mucho poder hacer este tipo de producciones, un personaje para componer y jugar y divertirme como este villano, y por supuesto el equipo: Polka y todos que están muy comprometidos con esto. Me siento responsable de todo lo que está en juego y que el público nos acompañe, es muy importante que apoyemos a la ficción nacional.
-¿Te gusta meter tu bocadillo, opinás sobre las escenas, los textos?
-Sí, a veces opino un poquito de más. Porque me interesa, porque tengo puntos de vista, soy activo y propongo mucho, pero a veces me dicen "bajá un cambio". Me lo tomo bien igual, ja, ja.
-Tanto en la ficción como en la vida, sos inmigrante en la Argentina, ¿qué similitudes encontrás?
-El otro día me tocaba una escena donde mi personaje hablaba muy mal de los inmigrantes, que ocupaban el lugar de los argentinos en la salud, la educación, que ya no se podía salir a la calle por la inseguridad, y yo decía "esto es muy contemporáneo". Tiene humor, amor, venganza y una vuelta de rosca para reflexionar.
-Entre tanto trabajo, ¿te queda tiempo para libre para "vivir"?
-Buen punto. Comparto esto con mi vida, con ser padre. ¡Y se puede!
-Empezaron todos tus hijos varones el colegio, ¿pudiste compartir ese momento en familia?
-Sí, estuve ahí. Ahora también te exigen cierta adaptación y que estés más presente, así que pedí permiso y no tuve problema para poder estar.
-Al menos a la China (Suárez, 27, su pareja y madre de su hija Magnolia) la ves por acá...
-Sí, nos cruzamos más en los pasillos que en el set.
-¿Eso es mejor o peor?
-Mejor. Preferimos tener historias potentes, pero por separado. Y compartir proyectos de estas características que nos apasionan.
-¿Se habla en casa después?
-Sí, se habla. Hasta por ahí. Capaz que llega un momento que paramos, pero estamos orgullosos del proyecto porque es un trabajo que nos tiene contentos.
-Venís de formar parte de una superproducción internacional como Vis a vis, ¿cómo fue la experiencia y cómo se hace para competir con semejante contenido?
-La gracia de este producto es democratizar un buen contenido, de excelencia, que se dé por televisión de aire y que todos puedan acceder sin tener que pagar. Me parece importante eso. Por otro lado mi experiencia fue buenísima en Vis a Vis y te mentiría si te dijera que no me preocupa el estado actual de las ficciones en Argentina, es algo que hay que cuidar y proteger porque es una época difícil. Hay que cuidar el laburo de mucha gente.