Cuando Adrián Pallares (50) se incorporó a Intrusos como panelista en 2013 se enfrentó a varios desafíos periodísticos y personales muy importantes. Ahora, el periodista se consolidó como socio ideal y reemplazante natural de Jorge Rial.
“Me gusta estar en Intrusos. Te pone una luz sobre la cara que no te pone ni pondrá otro programa, está a la altura de los programas de Marcelo Tinelli, salvando las distancias”, afirmó Pallares en una nota íntima con Ciudad. Luego explicó: “Pero es tremendo, es un reflector tremendo y yo entré en un momento de revolución, porque todavía estaba Luis Ventura, Cora Debarbieri, Marcela Baños, Daniel Ambrosino, y yo venía del programa rival (N del R: Viviana Canosa)”.
Entonces, Adrián explicó cuál fue la clave para atravesar su mejor momento: “Cuando yo empecé a trabajar en Intrusos, Marcela Baños me dio el mejor consejo, porque venía de trabajar con Viviana, que era enemiga de Jorge y de Luis Ventura, y encima yo era maradoniano en un momento en que casi no se podía nombrar a Maradona a 50 cuadras del canal, era pupilo de Laura Ubfal, que tampoco se llevaba bien con Rial…”.
¿Cuál fue la sabia advertencia de Marcela? “Baños me dijo que ninguno de mis amigos era amigo acá en el programa, ¡porque encima soy amigo de Ángel de Brito! Así y todo, encontré mi lugar”, afirmó el también productor de El show de los escandalones, el nuevo ciclo que su amigo Rodrigo Lussich comanda los sábados por la noche en América.
Al final y a modo de balance, Adrián Pallares reflexionó: “Yo conocí la mejor versión de Jorge en sus 35 años de carrera, es un gran compañero, muy generoso conmigo por haberme dejado a mí de reemplazo. Mostró una gran generosidad. Él es natural. Si bien es ocho años más grande que yo, tenemos vivencias similares de la infancia y es un monstruo que de un papelito hace una historia. Es un tipo del que se aprende mucho, y no digo que sea mi amigo porque es difícil ser amigo de los jefes, pero tenemos muy buena relación. En momentos de situaciones personales recurrí a él. Solemos hablar más allá de lo que pasa en el trabajo, en charlas en las que estamos solos”.