En el bar de Ideas del Sur los actores de Gran cuñado se pasean con sus máscaras a medio terminar, pedazos de caras conocidas a punto de desprenderse. Anita Martínez, tan chiquita, sobresale entre la ruidosa multitud, su maquillaje es casi nada: unas líneas de expresión que acentúan las cejas y los surcos de la boca, el pelo recogido, la cabeza de lado. No es Anita, es Gabriela Michetti, y al arrancar la entrevista, que da bajo la investidura del personaje que compone en ShowMatch (El Trece, a las 22.30), le cuesta dominar la erre arrastrada, el ceño fruncido, la mirada perruna que se eleva al horizonte.
Interpretar a la primera diputada electa del PRO por la Capital no la estremece particularmente. Es "un desafío más" en una carrera actoral tan bien alimentada que incluye humor, danza, canto, acrobacia, espectáculos infantiles, conducción y hasta patinaje sobre hielo. "La imitación es un oficio para el que hay que tener mucho talento, yo estoy tocando de oído. Pero bueno, lo quería hacer, porque parte del trabajo de uno como actor es apostar a la versatilidad".
Mientras prepara los nuevos personajes que va a encarnar en el ciclo de Marcelo Tinelli -de los famosos que entrarán al Gran cuñado vip, le gustaría hacer a Iliana Calabró y a Valeria Mazza, dice-, los fines de semana se sube al protagónico de Doña Disparate y Bambuco, el clásico de María Elena Walsh, en el Teatro Broadway. "La TV me gusta, pero me estresa mucho. Creo que mi camino es el teatro, ahí me siento muy amparada, muy actriz. La TV es un momento, una postal rápida y ligera. Cuando lo hacés con amor, ese instante se puede llegar a leer, pero me cuesta más".
¿Cómo surgió la parodia de Michetti?
Yo venía grabando unas participaciones para el programa, y un viernes me llama el "Chato" (el productor Pablo Prada) y me dice: Hay que hacer la parodia de la entrevista de Solita (Silveyra) con la Presidenta. A las dos horas me llama de nuevo: También vamos a hacer el spot de Michetti y el PRO.
¿Dudaste?
Dudé con Solita, porque su cara es muy diferente a la mía, y tampoco iba a haber máscara, pero acá las chicas de maquillaje son unas genias... Con Michetti no, no dudé. Me parecía que era una personalidad relevante que faltaba adentro de la casa.
Anita se bajó fragmentos de notas a Michetti de Youtube y se puso a trabajar. "Estudié un poco esa erre patinada, algunos gestos, y después vino el desafío de la silla de ruedas... Todo el mundo me preguntaba ¿cómo vas a hacer? Ella maneja muy bien su silla, es algo totalmente natural, y yo tenía que tomármelo de la misma manera... Practiqué en casa el fin de semana, y el lunes lo hicimos".
Casi sin promoción, el personaje entró a la casa de Gran cuñado como una "visita", el mismo día que se estrenó en TV el primer spot publicitario del PRO en el que hablaba la verdadera Michetti. Anita era la única que no usaba máscara, y la única mujer que quedó en el elenco (Fátima Florez compuso a Nacha Guevara, pero fue expulsada).
El año pasado entraste a "Patinando por un sueño" con perfil bajo y llegaste a la final. Acá te pasó algo parecido.
A mí siempre me pasa lo mismo. Arranco de abajo, con algo muy tímido, chiquito, y sin que nadie dé un peso por lo que hago... Lo del Patinando fue así. Sería hipócrita decirte que soy una relajada, que no me importa nada, pero me lo tomo así: si entrás con el copete alto, es más fácil que te peguen una trompada; cuando entrás bajito, después, si va bien, es mejor.
Anita recuerda que cuando iba a la Escuela Nacional de Danza imitaba a la directora en el patio del colegio, adelante de todos los alumnos. "Cuando te da ganas de imitar a alguien es porque percibís algo que te moviliza, siempre hay un rasgo determinante".
La imitación resume al personaje. Dijiste que Michetti era una "cheta hipona".
Siií... le pesqué algo con la letra ye que me dio una punta de esos dos aspectos que conviven en ella... El imitador es como un líquido revelador, ¿no? Pone blanco sobre negro algunas cosas.
¿Qué te pasó cuando la conociste?
Lo primero que le dije fue sos igual a mi tía, porque se parece mucho. Ella me dijo que le divertía lo que yo hacía. Me parece importante que ella o cualquier otro político se lo tomen con humor.
¿Te identificás con ella políticamente?
Yo tengo mis convicciones y mi posición política bien definida, soy una persona informada, pero como actriz me parece que no tengo que exponerme, porque cualquier gesto mío es contaminante para mi trabajo.
Sin embargo no fuiste muy "piadosa".
¿No? Mirá qué loco... pero no fue consciente... El humor ironiza, siempre aporta una mirada crítica, en mi caso no fue premeditado.
¿Cómo se te ocurrió preguntarle dónde terminaba la línea H de subte?
En el momento, no estaba preparado, fue todo improvisado.
Te habrá odiado.
No creo... Pero bueno, ése es el riesgo, se arriesgan a eso.
Insististe, cuando te diste cuenta de que no lo sabía volviste a preguntar.
Es que había que hacerlo... Hubiese sido demasiado complaciente de mi parte callarme la boca.
¿No se exponen al ridículo los políticos participando del programa?
Se juegan su credibilidad. Vos podés tener diez mil asesores, pero cuando se enciende la cámara, no hay asesor que valga. No hay corten, repetimos, es una jugada muy grande. Si querés saber si un político miente, ponele una cámara adelante.
¿Por qué hay menos mujeres imitadoras que varones?
A mí me da alegría que este año, en ShowMatch, haya mujeres haciendo de mujeres. Hay muchas mujeres humoristas, pero pocos espacios para verlas. Todavía los graciosos son ellos, nosotras tenemos que demostrar que podemos hacer(los) reír.
¿Por que te fuiste de "Animales sueltos" (América)?
Empecé a sentir que no rendía, que no podía hacer lo que quería, era demasiado esfuerzo para algo que no conducía a ningún lado. Yo tengo un nene chiquito, tenía que dejarlo todas las noches. Lo lamenté mucho, porque para mí era la vuelta de Mar de fondo (el programa de cable donde debutó con Alejandro Fantino), pero como no lo fue, tampoco iba a pagar un precio tan alto.
Niní Marshall no pudo cumplir el sueño de ser actriz dramática porque no le daba la estatura. ¿Tenés alguna frustración?
Yo pienso que el público le da a uno el lugar que tiene que tener, no tengo frustraciones. Puedo vivir de mi trabajo y es algo que agradezco todos los días. Por ahí me hubiera gustado hacer un gran musical de tango, pero puede ser... yo siempre vuelvo a empezar, todo el tiempo.