Cuando Alejandro Fiore comenzó a hablar sobre lo que sería "Dromo", pocos imaginaron que el actor famoso por ser uno de los cuatro "Simuladores" iba a recrear de manera tan respetuosa el espíritu de Narciso Ibáñez Menta, porque lo que anoche se vio en América está a la altura de las producciones de terror más emblemáticas.
El unitario "Dromo" todas las semanas pondrá en pantalla un episodio que comienza y termina en una misma emisión y que todas las semanas mostrará un elenco rotativo con lo mejor de la fauna actoral nacional. Como para tirar toda la carne al asador, el primer episodio, llamado "El árbol familiar", tuvo en cartel a Federico y Jorge D´Elia, a Nancy Duplaa y al mismísimo Fiore en el rol protagónico.
La trama del primer capítulo giró en torno a Agustín, un auténtico fracasado: perdió su matrimonio, está fundido y su hermano menor lo basurea y lo menosprecia cada vez que está con él. Pero el verdadero dilema de Agustín es que su padre y su abuelo se suicidaron ahorcándose del mismo árbol y el cree que su destino es irremediablemente el mismo que sus antecesores generacionales.
Empujado por la necesidad y la extorsión de su hermano, Agustín vuelve a la casa familiar y comienza a ser perseguido por los fantasmas de su pasado, que lo empujan de a poco a la locura. El final, como buen cuento de miedo, deja con la boca abierta al televidente.
Lo bueno de "Dromo" es que el género que más asusta vuelve a tener un espacio en la televisión. Las actuaciones son impecables, el primer libro no decepcionó y la dirección fue manejada a conciencia y sin dejar cabos sueltos. Es un mérito de Alejandro Fiore y Andrés Gelós (socio de Fiore en el proyecto) que la televisión argentina tenga una ficción de este nivel en pantalla.