Es muy interesante ver cómo se reproducen en la web versiones masculinas de Cosmopolitan. Son sitios que tienen una respuesta para todo. Cinco, diez, quince consejos para seducir, para empezar, para mantener, para terminar una relación. Igual que una revista femenina, pero para varones.
Y me encontré con un tema que sí, es una verdadera cuestión: qué hacer cuando la novia encantadora de los primeros meses, imperceptiblemente se convierte en una mujer desagradable, dependiente y demandante. La propuesta de Sharalyn Hartwell dio vuelta la web.
Ella da cinco consejos: hacer lo que decís que vas a hacer. Si decís "te llamo en un rato", llamás; avisale de vez en cuando que estás pensando en ella; sobre todo no te olvides de mandarle un mensajito cuando salis con tus amigos como para que ella crea que estás con ellos pero seguís pensando en ella; si están juntos en una fiesta o reunión pero andan separados entre la gente, mirala onda "te extraño desde este rincón" y, finalmente: sé más observador, aviváte si se cortó o tiño el pelo, si se pintó las uñas... esas cosas.
Y hasta ahí los cinco pasos para rehabilitar a tu novia insoportable. Supuestamente con estas nuevas atenciones la damita calmará sus ansiedades y volverá a ser más agradable. Es posible. O no. Las fórmulas son estrategias tontas para tapar lo que no nos gusta admitir: que tenemos una novia insoportable y no sabemos qué hacer con ella. La pregunta del millón es por qué la dama encantadora se convirtió en una desagradable, protestona y caracúlica mujer. Qué pasó. Creo que esa pregunta es la clave.
A lo mejor siempre fue una mujer insoportable y no te diste cuenta al principio porque estabas demasiado ocupado tratando de acostarte con ella. Es una posibilidad. Otra opción es que realmente hayas perdido un poco de interés en la doña y que le estés dando menos bolilla que antes y que eso la haga sentir insegura.
Pero esta es la cuestión. Las relaciones no se mantienen en el tiempo iguales a sí mismas como en el primer día. La caramelización no dura. El vínculo baja un cambio, se acomoda. Una mujer debe poder entender que su pareja no esté contemplándola con cara de idiota a todas horas. Lo lindo de esta segunda etapa es que las ansiedades bajan. Y si los dos integrantes de la pareja entienden que está todo bien, pueden disfrutar a full, darse espacio y estar juntos o separados sin conflictos.
Los cinco consejos son una estrategia de engaño para hacerle creer a la mujer que estás ardiendo de no sé qué por ella a todas horas. Como el primer día. ¿Qué clase de relación es una en la que nadie puede relajar? ¿por qué hay que "hacerle creer" algo al otro?. En fin. Reflexionemos.
Igual les digo que el primer consejo me cabe: si decís que vas a llamar, llamá.