El ganador de "Cantando por un sueño 1" anoche en "ShowMatch" se encaró a todo aquel que lo mirara a los ojos. Estaba tan en galán que terminó partiéndole la boca con un beso a Marcelo Tinelli, cosa que debe haber causado envidia a más de una que se desespera por ser la nueva "señora de Tinelli" ahora que el conductor está solterito.
Pero decir que Tití "se chapó" a Tinelli es comenzar a contar el cuento por el final. Entró con el pecho erguido y dispuesto a comerse al mundo, con una autoconfianza que lo hubiera llevado tranquilamente a aceptar ser el cuarto "Valiente", por detrás de Castro, Heredia y Martínez.
Tan seguro de si mismo estaba que con una sola frase se encaró a las tres jurados femeninas. Una a una les dijo entre susurrando y entonando: "No hace falta que me digas, que me muero por tener... algoooo contigo" (así, haciendo una pausa antes del remate y alargando la o).
Cayó bajo sus encantos Graciela Alfano, primero Reina Reech después y Valeria Lynch al final. Todo esto con el agregado de que su esposa lo estaba mirando a los pocos metros y ni siquiera amagó con sonreír, como para darle más veracidad al acting de Tití. Con Aníbal Pachano, incluso, hasta le ofreció un beso, pero el jurado hizo como que no escuchó nada.
Pero lo mejor llegó al final: cuando Valeria Lynch mostró un 10 grande como una casa, Tití se puso a saltar de la alegría (o para superar la diferencia de altura que tiene con el conductor de "ShowMatch") y le dio un pico antológico, a la altura que Maradona le dio a Caniggia tras meter un gol.
Hubo repetición, gastada, escenas de celos forzadas y demás payasadas para adornar la noche redonda que tuvo el periodista deportivo en "El musical de tus sueños". Tití Fernández demostró que cualquiera, pero cualquiera que tenga confianza en si mismo puede, tranquilamente, ser un galán.