El Mar de Aral está sufriendo los efectos del calentamiento global. Si en 1960 era el cuarto lago más grande del mundo (hay que recordar que es un mar de interior de 68.000 km cuadrados), ahora es un desierto con pequeños lagos en los que muchos barcos han quedado atrapados. Es conocido en estos momentos como el desierto de Aral Karakum.
Las consecuencias son devastadoras. Ahora ya no regula las temperaturas de la región, por lo que los inviernos son más fríos y los veranos más calurosos. Además, con regularidad se producen tormentas de arena que son peligrosas para la población que habita por la zona. Situado entre Kazajistán y Uzbekistán, se calcula que para el 2020 podría haber desaparecido por completo su ecosistema. Ya en los años 80 el mar se partió en dos, dividido por entonces entre el Mar de Aral Pequeño (al norte) y el Mar de Aral Grande (al sur). En el año 2000, el Grande se dividió a su vez en otras dos partes y ahora mismo tiene un 80% menos de agua.
Aunque el calentamiento global podría ser una de las principales causas de este deterioro, se cree que el desvío masivo de las aguas contaminadas de los ríos que desembocan en este mar podrían explicarlo todo. Además, se rumorea que hay muchas personas interesadas en que desaparezca por completo, pues podrían haber yacimientos de gas y petróleo en su interior.
Fuente: Ecologiaverde.com