Manu Ginóbili como los presos. No ve la hora de volver a jugar, después de aquel que vivió en Beinjing, donde Argentina fue vapuleada por Estados Unidos en la semifinal de los y para colmo él, después de un movimiento desafortunado, terminaría con el tobillo izquierdo en compota. A las pocas horas de ese 22 de agosto se confirmaría lo peor: chau a la competencia por un tiempo. Operación a la vista y la recuperación, para bronca de todos sus fanáticos, iba a demandar no menos de cuatro meses, decían los pronósticos más alentadores. Pero... parece que el bahiense se aburrió de estar full time frente a la computadora, una de sus conocidas debilidades terrenales. Conclusión: le dio duro al gimnasio y para tranquilidad de todos, "la vuelta a la vida" no está tan lejos.
, por lo pronto, lo necesitan para olvidar rápido este pésimo arranque de temporada en la . A los números hay que remitirse: 2 de 5. Este es su peor inicio desde la campaña de 1996-97, cuando salieron con récord de 2-13. No sólo eso, a la larga lesión del argentino, se le sumó en los últimos días que el otro as de espadas del equipo, , estará cerca de un mes inactivo por un tobillo maltrecho.
Manu, aunque sea desde afuera, ya quiere sentirse parte del plantel. De hecho, el miércoles se lo vio apoyando a morir, en Milwaukee, pero nada pudo hacer para evitar la derrota frente a los Bucks. Sin renguear ni dar señales de molestias, les aseguró a los periodistas que mejora día a día. Aclaró, sin embargo: "Aún no he practicado con el equipo." ¿Para cuándo su vuelta? "Tengo que hacer las cosas de manera inteligente. No quiero apurarme y arruinar mi recuperación". El entrenador de los Spurs, , dijo que no se quería comprometer con su respuesta cuando le insistieron sobre si Ginóbili podría llegar a reaparecer a fines de noviembre:"Jugará cuando esté listo. Eso es lo que puedo decir en este momento. No quiero levantar falsas expectativas. Esa es la mejor forma de enfocar esto".
Según reportes del diario , que sigue a sol y a sombra a Manu, en los últimos días se produjo "una satisfactoria evolución en su lesión" e incluso "el jugador ya puede mover y plantar el tobillo". Mientras que en el , los fanáticos desesperan por su ausencia. Llueven, lógicamente las preguntas y nuestro héroe del básquet apela, una y otra vez, a la misma paciencia que muestra a la hora de tirar una bola decisiva contra reloj.