A sus 24 años, Micaela Breque es pura sensualidad y, parafraseando a sus famoso novio, honestidad brutal. En una entrevista con revista , donde también realizó una producción súper sexy desde Punta del Este, la pareja de Andrés Calamaro habló de todo: la feroz competencia entre las modelos, el futuro con el rockero y lo que no le gusta del ambiente.
"Hay cosas que no se pueden creer. Los desfiles televisados son los peores, una jungla".
Picante, Mica se refirió a la relación entre las top sobre la pasarela: “Hay cosas que no se pueden creer. Por ejemplo, cuando te hacen hacer la foto final. Más de una vez me fui y salí corriendo. Convengamos que allí soy de las más chiquitas, de las que están básicamente para sonreír, así que no tengo mucho para perder. Cuando el resto se mataba a los codazos, más de una vez yo estaba de vuelta en el auto. Los desfiles televisados son los peores, una jungla”, dispara.
Además, Breque no reniega de sus inicios como conejita Playboy: “Hay una larga fila esperando una oportunidad así. ¿Cómo podría arrepentirme? No es algo que nadie quiera hacer. Eso sí: hay que hacerlo a la edad y en el momento justo. Las conejitas son un imperio y te da cierto status haber participado. No sé… Llegábamos con mi novio a Los Angeles, prendíamos la tele y estaba yo. El Gaucho estaba chocho; a mí me impresionaba un poco”.
"No transo con cosas que no me gustan, que en este ambiente son muy corrientes".
Tan bien está la relación con Andrés, que la pregunta obligada es si la pareja quiere formar una familia: “¿Si tengo ganas de tener hijos? Con los niños me llevo súper bien, pero es un tema de mucha responsabilidad y no quiero ser brusca. Es algo que me tomo tan en serio que reconozco que éste no es el momento. Tengo que madurar muchas cosas. Sé que te cambia la vida cien por ciento y todavía no estoy dispuesta. Pero no por egoísta, eh”.
Lo que es seguro, es que por ahora no habrá casamiento: “Hay rumores buenos y malos. No me puedo enojar con alguien que dice algo así, que sería algo lindo, algo que no lastima a nadie, digamos. Igual, está claro y ya lo dije: no me casa nadie. Esta vez, la desmentida está muy lejos de ser una confirmación”.
El fin de la nota llegó de la mano de una reflexión sobre su presente profesional: “Siempre me pregunto: ‘¿soy actriz?’ ¿modelo?’. Sí sé, claramente, lo que no soy. No transo con cosas que no me gustan, que en este ambiente son muy corrientes”.