Después de ir ganando por 2 goles en el primer tiempo, El Porvenir empató de local ante Liniers, y un grupo de violentos atacó a Nahuel Ventura el volante de 18 años, quien estaba en la tribuna. Quien salió desencajado a denunciar la agresión fue su padre, el director técnico , que además precisó que otros futbolistas también fueron golpeados.
En su pasional relato de indignación, en Infama, el periodista exhortó a las autoridades gubernamentales para que tomen medidas de seguridad en la localidad de Lanús para prevenir los incidentes. Además, acusó a sectores opositores del club de pretender desestabilizarlo, pese a que el equipo pasó de salvarse del descenso a liderar el torneo de la C bajo su conducción.
Harto de las diferencias entre diferentes sectores dirigenciales y la barra de El Porve, Ventura gritó a cámara: "¡No me voy porque tengo huevos!". Clarito, ¿no?