Ante cada pedido de entrevista, solicitan pasajes sin escalas en primera, hotel cinco estrellas, chofer las 24 horas, maquilladores y peinadores exclusivos.
Halit Ergenç, con 44 años, es la gran estrella turca. Su rol como Onur Askal lo consagró inesperadamente, y lo catapultó a la fama internacional. Tras el paso por Las mil y una noches, la teleserie furor de 90 capítulos, repartida en tres temporadas en su pais original, el intérprete nacido en Estambul no dejó de trabajar y engrosar sus ingresos.
Entre 2008 y 2011 filmó cinco peliculas, y tambien participó en la serie Dedem, Gofret ve Ben, y actuó en varias obras como Bugün Git Yarın Gel, Popcorn, Arapsaçı y Sevgilime Göz Kulak. En 2004 protagonizó Aliye con Sanem Çelik y Nejat Isler. Además realizó numerosas publicidades para televisión y gráfica. Y su rol como poderoso millonario en la ficción terminó convirtiéndose en una realidad.
Lo mismo ocurrió con Bergüzal Korel, pero en este caso la megafama la sorprendió apenas a su 24 años. Sin embargo, no fue tanto el impacto, ya que la morocha comenzó su carrera televisiva -ininterrumpida hasta la actualidad- a los 16 años, con pleno apoyo de sus padres, también actores.
Pero lo que imposibilita la llegada de los astros a la Argentina es su altísimo cachet: 250 mil dólares por una entrevista en Sudamérica, cifra imposible de pagar para cualquier ciclo, en una época de vacas flacas.
La relación amorosa entre los interpretes de Onur y Sherazade comenzó en las grabaciones de la serie, y ella fue acusada de robamaridos por la prensa turca, sin embargo el amor triunfó y se mantiene intacto desde entonces, a pesar de la autoconfesa fama de mujeriego del galán.
Mas allá de esto, lo mas sorprendente son las exigencias económicas que las estrellas televisivas ponen para entrevistas televisivas. Tanto la producción de Mirtha Legrand como la de ShowMatch comenzaron gestiones para traerlos a Buenos Aires. Lo mismo ocurrió con la televisora chilena que emitió el culebrón. Pero no es tan fácil contar con las celebridades turcas. Sus condiciones son pasajes sin escalas en primera, hotel cinco estrellas, chofer las 24 horas, maquilladores y peinadores exclusivos.
Si bien todo esto generaría un costo muy importante, lo que imposibilita la llegada de los astros es su altísimo cachet. Para llegar a nuestro continente y acceder a entrevistas, solicitan nada más y nada menos que 250 mil dólares. Una cifra imposible de pagar para cualquier ciclo, en una época de vacas flacas.