La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) informó que el robot Curiosity ya acumuló dos mil días marcianos en servicio, día que cuenta con 24 horas y 39 minutos aproximadamente.
Según información obtenida de la página web de la NASA, los dos mil días del robot en Marte coincide con el momento en que está a punto de comenzar a examinar un área que los científicos han estudiado desde la órbita y que han determinado que contiene minerales arcillosos.
Curiosity se encuentra accediendo la zona conocida como el Monte Sharp desde el mes de septiembre de 2014, este terreno está dentro del inmenso cráter Gale, cuyo diámetro es de unos 150 kilómetros. Científicos aseguran que las capas inferiores del Monte Sharp se formaron dentro de lagos que en un pasado cubrían la superficie de este cráter.
Por todo esto la llegada de Curiosity a ésta área crea tanta expectativa, ya que podría ofrecer datos adicionales sobre la presencia de agua, cuánto tiempo pudo estar presente y si el entorno podría haber sido adecuado para la vida.
El grupo de trabajo de la misión está muy emocionado y ansioso por comenzar el análisis de las muestras de rocas extraídas de entre aquellas que contienen arcilla, pues por primera vez desde diciembre de 2016, el robot empezó a probar de nuevo su taladro en Marte.
A pesar de esto, aún se están ultimando detalles sobre un nuevo proceso para perforar muestras de roca y llevarlas a los laboratorios situados a bordo del robot, el cual se utilizará en el área, con los minerales de arcilla y para otros futuros objetivos de investigación.
Según datos suministrados por la NASA, desde que éste huésped mecánico llegó a Marte en agosto de 2012 ya se ha alejado del punto de llegada unos 20 kilómetros aproximadamente. En 2013 Curiosity halló pruebas de lo que sería, en un pasado, un lago de agua dulce o algo parecido, y según todos los indicios ofreció todos los ingredientes químicos básicos para la vida microbiana.
El equipo científico internacional del Curiosity llegó a la conclusión de que en Marte hubo condiciones de habitabilidad y que duraron millones de años, esto gracias a los aportes de evidencia y los estudios que realizó el robot en entornos donde tanto el agua como el viento han dejado sus marcas, además de las señales de lagos y de agua subterránea.