Las uñas de acrílico o gel son muy prácticas y cómodas. Duran mucho más tiempo, no se levantan como el esmalte normal y se secan súper rápido así que no hay que estar 20 minutos sin poder tocar nada después de haber hecho la manicura.
Sin embargo, no todo son ventajas ya que después de usarse durante un período prolongado existe la posibilidad de tener hongos. Generalmente aparecen en las mujeres que tienen las defensas bajas, que están en contacto permanente con agua, que tienen heridas en las uñas o que las tienen débiles.
¿Cómo se pueden curar? Lo mejor es ir al dermatólogo para que determine qué tipo de hongo se tiene y recetar el tratamiento más adecuado. Normalmente si la superficie de la uña está afectada menos del 50% los esmaltes especiales son suficientes. Si no, se deben usar cremas y pastillas. El tiempo de recuperación puede durar entre tres y seis meses.
Estos materiales pueden dañar las uñas, por lo que se recomienda cortarlas a ras de los dedos luego de retirar el acrílico para que no se rompan. Además, tomar vitaminas y calcio contribuye a que estén fuertes e hidratadas.
También es bueno utilizar aceite para las cutículas varias veces al día y aplicar endurecedor. Este último es como un esmalte, que se debe usar cada dos o tres días y con el que, poco a poco, la uña se irá recuperando.
Otro truco que se puede hacer es un baño de aceite de oliva templado para las manos. Tras él, se notará tanto la piel como las uñas más suaves e hidratadas.
En cuanto al esmalte, los que tienen acabado gel suelen durar más que los normales y su brillo es espectacular, por lo que son una buena opción para darle el mejor aspecto a las uñas.