El paracaídas de 35 metros, con un peso de 70 kilos, 35 metros de diámetro y 112 elementos de sujeción con una longitud total de 5 km, será el encargado de dejar al Rover en excelente estado sobre el planeta rojo para que pueda buscar vida bajo la superficie de Marte.
Esta es la primera prueba que realiza la ESA al paracaídas a dos años del lanzamiento, el cual tendrá lugar en julio de 2020 y llegará a Marte casi un año después.
El objetivo de este paracaídas será lograr que tanto el Rover, encargado de la exploración en esta misión, como todo el material científico de apoyo puedan descender de manera controlada y con éxito.
En esta primera prueba se ha testado el paracaídas número dos, de 35 metros de diámetro y sujeto con 112 elementos (5 km de cordaje en total), con condiciones de temperatura bajo cero y a 1200 metros de altura con ayuda de un helicóptero. Se realizó en Suecia y en breve le seguirá una segunda prueba a 30 km de altura para poner a prueba el sistema doble en condiciones de presión atmosférica también más parecidas a las de Marte.
Asimismo se conoció que la plataforma de prueba cuenta con un peso de 500 kg, mientras que la plataforma de la misión tiene unos 2000 kg aproximadamente. El paracaídas tardó poco más de dos minutos y medio en lograr aterrizar de manera segura y exitosa.
La ESA espera que una vez que el Rover pueda tocar el suelo marciano con éxito y en perfectas condiciones, inicie su misión de perforar la superficie del planeta rojo para recoger muestras que ayuden a determinar si la vida en Marte ha sido o es una realidad, muy a pesar de las radiaciones cada vez mayores y que seguro serán un desafío cobijo para cuando el hombre llegue a su superficie.