Mientras disfrutaban un soleado día en la playa, algunas personas notaron un gato descansando junto a su familia muy sonriente; al acercarse pudieron ver la felicidad del minino y no podría ser menor, ¡era su primer viaje a la playa!.
El padre adoptivo del pequeño gato decidió dejarlo jugar en la playa por primera vez, y la felicidad del pequeño era más que evidente, no dejaba de sonreír.
Foto: Animales queridos.
Se encontraba tan feliz disfrutando de la brisa, la arena y el lugar, que realmente no dejaba de sonreír.
Ya fuera en la arena cavando o descansando en la silla y disfrutando del sol y la brisa, este minino no podía esconder su felicidad; sus grandes ojos y sonrisa eran la muestra de cuánto le encantó el lugar.
Foto: Animales queridos.
Ver la sonrisa y felicidad de este gato es algo adorable, más en estos días en que el mundo necesita esperanza y alegría.
Fuente: Animales queridos.