La cirugía del busto es una de las demandadas en todo el mundo. Desde hace 20 años, se utilizan los implantes redondos y anatómicos en las operaciones de aumento de pecho.
Pero este año llegan las prótesis ergonómicas, que entre otros beneficios pueden adaptarse a todas las posiciones que adopta el cuerpo y son más blandas y naturales.
El cirujano plástico Federico Pérez de la Romana explicó que la cohesividad o dureza del gel de silicona de las prótesis determina su dureza y mantiene su forma. En estas nuevas prótesis, la cohesividad es menor, por ello son más blandas al tacto.
También se comportan con mayor naturalidad dentro del tejido, dejando atrás la excesiva proyección. De esta manera, si el paciente está de pie, la prótesis tiende a adoptar una forma anatómica y si está acostada tiende a distribuirse más lateralmente.
Para evitar su posible desplazamiento, se incorporan dos lengüetas para poder fijarlas con suturas a las costillas y así evitar su emigración, aseguró el cirujano.
Además tienen una cubierta nanotexturada, que es una superficie más uniforme y sin cavidades. Esto permite una menor agresión del tejido circundante y una mejora en la no aparición de contracturas capsulares, dobles cápsulas o seromas tardíos.
También dispone de una capa interna que funciona como barrera para impedir la difusión del gel y que se visualice externamente del implante.
La incorporación de un microhip del tamaño de un grano de arroz en el gel de las prótesis permite su correcta identificación a través de un lector. Esto facilita conocer las características de las prótesis implantadas en la consulta y tener información de la temperatura, la presión y la radiación de la piel o de la glándula en personas que han sido sometidas incluso a tratamientos por cáncer.