Un grupo de científicos rusos avanza en el desarrollo de un marcapasos biológico, que busca restaurar el ritmo cardíaco de los pacientes, mejor de como sucede hoy en día con los equipos eléctricos artificiales especializados.
En el proyecto participan investigadores del Centro Nacional E.N. Meshalkin, así como del Instituto FIZ de Citología y Genética, e incluso del Instituto de Física y Tecnología, los cuales cumplen funciones dentro del territorio ruso.
“Hemos estudiado por años la idea de crear un marcapasos biológico. Nos impulsó presentar una alternativa frente a otros aparatos comunes. Con el problema de la arritmia cardíaca, causada por la edad o algún padecimiento, es necesario implantar algo para estabilizarla. Pero, un marcapasos artificial a veces debe ser reemplazado, los electrodos y baterías se desgastan o rompen, y hasta puede infectar el corazón”, justificaron los expertos en la publicación Ciencia en Siberia.
De ahí que hayan ideado crear su equivalente: células biológicas “marcapasos” que se localizan en el corazón, responsables del ritmo y contracción de ese órgano vital. Los investigadores pretenden producirlas in vitro para su posterior implante.
“Ya establecimos los métodos de trasplante quirúrgico, y cuáles son las células primarias con actividad eléctrica para probar que pueden crecer allí, interactuar entre sí y generar los impulsos que requiere el paciente. Lo siguiente es la implantación primaria de células marcapasos en cerdos”, destacó el escrito.
Los investigadores planean descubrir cuánto tiempo funcionarán las células en un organismo grande, y cómo esta tecnología es aplicable en la medicina moderna. Además, en la etapa de investigación fundamental, se está formando una base para la introducción en la práctica clínica. El éxito del experimento abrirá el camino a ensayos preclínicos y clínicos, que esperan ejecutar en los próximos cinco años.