Juliet Hull, de Ohio (EE.UU.), quería que su abuelo viera por última vez su ciudad natal, a la que se trasladó con 22 años desde Tipperary (Irlanda).
La pareja no estaba sola en su viaje a la Isla Esmeralda, y se les unieron su esposa de 67 años y su extensa familia.
Volvieron a The Abbey School, donde el abuelo de Juliet fue a leer el boletín de notas que el instituto conservaba desde 1946 y a recitar los versos de Shakespeare que tuvo que memorizar.
Mostró a la familia dónde solía jugar al balonmano y la casa de su infancia, además de aprovechar para contar viejas historias y hacerse fotos con todos sus nietos.
El abuelo de Juliet también visitó el cementerio donde se encuentran sus padres y condujo un barco hasta el puerto desde el que partió hacia América en 1949.
EN REDES SOCIALES DEJARON MENSAJES EMOTIVOS
Un usuario de Instagram comentó: “No tengo ni idea de quién eres, pero tu abuelo parece que está pasando el mejor momento de su vida, ¡y me hace feliz ver a otras personas vivas!”.
Julieta respondió: “¡Fue realmente la mejor experiencia de mi vida!”
Fuente: EP.