Siempre he sido muy reacio a incluir un subwoofer en mi equipo de sonido. Vivir en una comunidad de vecinos te obliga a pensar también en quienes comparten pared contigo y cuando he tenido la ocasión de conectar este tipo de dispositivos me ha dado la impresión de que los graves eran tan potentes que podrían llegar a ser molestos.
Hace poco me llegó el nuevo Sub Mini de Sonos y me ha hecho cambiar de parecer. Al menos por ahora. He podido probarlo durante unas semanas y este nuevo subwoofer inalámbrico de la marca, que reduce su tamaño para abrirse a un público más amplio, mantiene unos graves muy bien equilibrados, sin estridencias que hagan que todo el suelo vibre.
Una de las claves es la tecnología de ajuste Trueplay (disponible para iOS), que optimiza los graves para adaptarse a cada espacio y, desde mi punto de vista, logra dar el colofón perfecto a un equipo de sonido sin resultar exagerado. Así, además, el usuario puede mover el Sub Mini por diferentes estancias de la casa y mejorar el sonido del equipo de audio de la televisión o de un espacio pensado para 'gaming' con el mismo subwoofer.
La aplicación de Sonos es tan intuitiva y fácil de usar que no resulta tediosa la labor de mover el dispositivo de un espacio a otro. Esta, sin duda, es otra de las grandes ventajas de la marca. Basta con sacar el Sub Mini de su caja, encenderlo y emparejarlo con el equipo de sonido que ya tienes instalado en casa.
Fuente EP.