El senderismo es una actividad al aire libre en alza, que el año pasado practicó cerca del 12 por ciento de la población española, y que requiere poco más que un buen calzado, ropa cómoda y estar en buena forma física según la distancia y el grado de dificultad que tenga el recorrido, y que puede complementarse con ayuda de la tecnología.
La pandemia, y más concretamente los confinamientos de 2020, aceleró la popularidad del senderismo, que en 2019 practicó el 9,3 por ciento de la población, tras dos años en descenso. Su recuperación en 2020 llevó al 10, 2% de los españoles a buscar rutas por las que estirar las piernas tras pasar dos meses encerrados en casa.
En 2021 los practicantes de esta actividad al aire libre ascendieron hasta el 11,7 por ciento, un 4,4 por ciento más que diez años atrás, según datos de Statista.
Una de las rutas más populares en España es el Camino de Santiago, en sus distintas variantes. El año pasado 178.912 peregrinos se lanzaron a los caminos, una recuperación destacada frente a los 54.144 que pudieron recorrerlos un año antes como se aprecia en las estadísticas de la Oficina del Peregrino. Los datos anteriores a la pandemia muestran cifras en ascenso hasta alcanzar los 347.578 peregrinos en 2019.
Aparte del Camino de Santiago, España alberga multitud de rutas con las que disfrutar un poco más de la naturaleza, con diferentes distancias y dificultades, como la Ruta de los Pantaneros en Chulilla (Comunidad Valenciana), la Ruta del Cañón de Almadenes (Murcia), el Parque Natural del Alto Tajo (Castilla-La Mancha), la Ruta de Los Lavaderos de la Reina (Andalucía) o la Ruta de las Ventanas de Güimar (Islas Canarias), por citar algunas.
Fuente EP.